Khalid Masood, un hombre familiar que cuidaba su jardín

No tenía antecedentes por terrorismo islámico, pero sí por delincuencia común. La primera condena en 1983 y la última en 2003, por posesión de armas blancas. También había sido arrestado por ataques físicos, asaltos y altercados contra el orden público. Masood había trabajado como profesor de inglés, pero en los últimos tiempos llevaba una vida errante . Había vivido en el Este de Londres, zona de gran implantación musulmana, y en el barrio de Winson Green, en Birmingham. Se cree que su última dirección fue en el piso de la calle Hagley Road de esta ciudad, registrado horas después del atentado y donde se detuvo a tres personas. «Era un tío grande, con pinta de culturista, no daban ganas de buscarte un lío con él», ha resumido un testigo anónimo. Sin embargo Iwona Rowek, una mujer que fue su vecina, lo recuerda de un modo más favorable: «Vivíamos puerta con puerta. Parecía muy agradable, todavía no puedo creerlo. Cuidaba de su jardín, tenía una mujer joven y lo veía muchas veces con su hijo pequeño . Cuando lo vi en las imágenes me quedé sorprendidísima».

Theresa May dio cuenta de que hace unos años el MI5 lo interrogó como personaje secundario de un grupo extremista, pero luego dejó de prestarle atención. Scotland Yard reconoce que no estaba siendo vigilado ni figuraba en la lista de 3.000 sospechosos . Su golpe violento surgió de un modo inesperado, lo que ha suscitado las primeras críticas.