La Justicia francesa imputa a la esposa de Fillon por el caso de los empleos ficticios

Desde que el semanario satírico «Le Canard Enchainé» descubrió que Penelope Fillon había cobrado 900.000 euros, como presunta asistenta parlamentaria de su esposo, los procedimientos jurídicos se han confundido con el calendario electoral. Fillon fue inculpado de los presuntos delitos de apropiación, ocultación, malversación y extorsión de fondos públicos el 14 de marzo, en vísperas del fin del plazo de admisión de nuevas candidaturas a la presidencia de la República . Siguieron registros en el domicilio de los Fillon y la Asamblea Nacional. Tras cada registro, la prensa pudo publicar filtraciones siempre comprometedoras para el candidato conservador.

A última hora del martes 28, tras una jornada de interrogatorios, Penelope Fillon fue finalmente inculpada , víctima de las mismas sospechas. Según las filtraciones publicadas por la prensa parisina, la policía especializada en delitos financieros habría descubierto en varios despachos documentos presuntamente comprometedoras para los Fillon.

Sin duda, la instrucción del escándalo no prejuzga la sentencia final. Pero las consecuencias políticas de la instrucción son evidentes: Fillon ha caído en los sondeos. Y la posible inculpación de su esposa, sospechosa de los mismos presuntos delitos, solo añadía oscuras nubes sobre la campaña electoral.

Fillon se considera víctima de un intento de asesinato político . Pero ni él ni su esposa han podido o deseado exponer ante la opinión pública todos los documentos que pudieran probar su presumida inocencia. Bien al contrario, las revelaciones sobre regalos de trajes y presuntos empleos en una revista literaria han enturbiado una campaña que comienza a entrar en su recta final.