«Josefo», el cerdito que salvó de la depresión a un rehén de las FARC en Colombia

Era su mascota, la que lo salvó de la tristeza más absoluta, a la que acostumbró a tomar café. «Josefo», lo bautizó Forero.

En un reportaje publicado este viernes por el diario «Los Angeles Times» , Forero confiesa que «Josefo me ayudó a soportar la pérdida de mi esposa y de mi familia». Sentado en un espacio adecuado para policías que se están recuperando psicológicamente del cautiverio, Forero, de 43 años agregó. «Todos necesitamos dar y recibir afecto , y tener un pequeño animal para cuidar fue una distracción importante que nos permitió capotear el estrés bajo el cual estábamos».

En el reportaje Forero describió también el tiempo oscuro por el que atravesó. «Fueron muchas las humillaciones a las que nos sometieron. Aparte de estar atados las 24 horas a gruesas cadenas, jamás nos dieron pasta de dientes, repelente de insectos o ropa decente. Íbamos al baño encadenados, unos con otros. Tengo más simpatía ahora por las víctimas del Holocausto» , agregó. «Antes de ser capturado, veía las fotografías, ellos tras las barracas, tan claro su sufrimiento. Ahora me veo a mi mismo en sus rostros».

Tras reconocer que no ha sido fácil enfrentarse a su nueva vida, en el mundo, con personas que dejó de ver hace más de una década, Forero - quien dejó a su hijo de 8 años y lo encontró casado, y con un nieto - confesó que su propósito ahora es vivir intensamente la vida con ellos. «Ese es mi propósito. Verlos avanzar, volverse profesionales, viajar con ellos».

Durante los últimos 15 años las FARC tomaron a cerca de 500 uniformados como rehenes para intercambiarlos por cientos de rebeldes presos. Muchos murieron en cautiverio , otros fueron rescatados y como Forero, varios más fueron liberados tras arduas negociaciones.

Hoy cerca de 400 civiles permanecen secuestrados en Colombia, según varias ONG.

Mientras Forero se repone y decide cómo rehacer su vida, «Josefo», quien aprendió ciertos trucos como chillar fuerte para pedir café, bebida a la que se acostumbró, vive hoy en una finca junto a Alan Jara, actual gobernador del Meta , quien también fue rehén de las FARC.

«Pasábamos el tiempo pensando y pensando. La depresión fue inevitable. Nos sentíamos abandonados . Las FARC jamás nos trajeron pruebas de vida, cartas. Mi esposa estuvo seis años sin tener noticias mías», remató. «Josefo» bebe café y duerme en una manta mullida. Fue Forero el que lo malacostumbró, como él mismo confiesa riendo.