La izquierda confía en ganar las elecciones legislativas francesas
6.603 candidatos se disputan los 577 escaños de la Asamblea Nacional francesa, en una elección a dos vueltas, hoy y el domingo
juan Pedro Quiñonero
6.603 candidatos se disputan los 577 escaños de la Asamblea Nacional francesa, en una elección a dos vueltas, hoy y el domingo que viene, que debiera dar, matizar o rechazar una nueva mayoría parlamentaria a François Hollande , presidente de la República, cuya ... gestión comienza a recibir las primeras advertencias, severas, de la Comisión europea, el Tribunal de cuentas y la Inspección de finanzas del ministerio de Economía.
Los últimos sondeos sugieren una mayoría relativa o absoluta del PS , gracias al voto unido de los candidatos socialistas, comunistas, radicales de izquierda, izquierdistas y ecologistas. La Unión por un Movimiento Popular (UMP, el partido de Nicolas Sarkozy), debiera «salvar» los muebles, perdiendo la mayoría parlamentaria, víctima de la amenazante presencia ascendente del Frente Nacional (FN, extrema derecha) de Marine Le Pen.
Elegido presidente con el 51,64 % de los votos de la segunda vuelta del 6 de mayo pasado, François Hollande debiera contar con la mayoría parlamentaria necesaria para poder gobernar y aplicar su programa electoral, a partir de la semana que viene.
Sin embargo, todos los estudios de opinión sugieren que la mayoría presidencial del presidente Hollande pudiera sufrir las tensiones del choque de programas enfrentados del PS, el Frente de Izquierda (FdI, con candidatos del PCF y la extrema izquierda) y los Verdes.
Si el PS consigue más de 289 diputados el presidente Hollande podría gobernar con relativa holgura
Si el PS consigue la mayoría absoluta, con más de 289 diputados, el presidente Hollande podría gobernar con relativa holgura, cuando la agravación de la crisis ha comenzado a despertar un largo rosario de presiones, nacionales e internacionales.
Si el presidente Hollande necesitara recurrir a los diputados del FdI (en torno a la quincena, según las últimas estimaciones) o de los Verdes (otra docena, quizá), pudieran plantearse con rapidez enfrentamientos significativos en el terreno económico. La Comisión europea, el Tribunal de cuentas y la Inspección de finanzas repiten con insistencia que Francia «debe clarificar» su política presupuestaria , acometiendo «sin tardar» la reducción del gasto público aplazada desde hace años.
A la derecha, la UMP es víctima de la balcanización política, la ascensión imparable del FN, y del efecto «boomerang» de la derrota de Nicolas Sarkozy, en las recientes elecciones legislativas.
«Candidatos independientes»
Derrotado Sarkozy, un número importante de candidatos conservadores han preferido presentarse como candidatos «independientes» , recurriendo a la etiqueta de «otras derechas» para «alejarse» formalmente de la UMP. Esos candidatos disidentes terminarán volviendo al redil del gran partido del centro derecha, pero pueden precipitar estragos importantes.
Por su parte, Marine Le Pen espera que los candidatos del FN, unidos con la etiqueta «azul Marine» permitan el ingreso de la extrema derecha en la Asamblea Nacional, por segunda vez en la historia de la V República.
Voluntariamente ambigua, Marine Le Pen afirma que «un solo diputado ya será un gran triunfo para nuestro movimiento» . En verdad, los candidatos del FN pudieran ganar diez o doce escaños, sin alcanzar, según las estimaciones, los quince escaños necesarios para formar un grupo parlamentario.
«Un solo diputado ya será un gran triunfo para nuestro movimiento»
Candidata ella misma en una circunscripción estratégica, en Hénin-Beaumont (Pas de Calais, en el Norte de Francia), Marine Le Pen aspira a liderar la « verdadera y única oposición », nacional y parlamentaria contra el «ultra liberalismo socialista». Quizá se trate de una ambición excesiva. Si está a su alcance conseguir varios diputados, recortar la influencia de la derecha tradicional, para continuar creciendo durante los próximos cinco años.
Un mes después de elegirlo presidente de la República, la Francia profunda dará a François Hollande la mayoría parlamentaria justa para poder gobernar, sin ningún entusiasmo. Las llamaradas políticas de la extrema derecha y la extrema izquierda continúan recordando la existencia de una angustia social profunda y mal «canalizada» por los grandes partidos de gobierno, PS y UMP, percibidos como «elitistas» por una mayoría social muy amplia, integrada por obreros víctimas de las crisis nacionales, agricultores modestos víctimas de las crisis europeas y unas clases medias que se sienten abandonados por la fiscalidad de un Estado «carnívoro».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete