La izquierda francesa, favorita en las legislativas del 16 y 17 de junio

Según el último sondeo BVA, para RTL (primera cadena de radio, privada), el PS cuenta con el 33 % de las intenciones de voto de la primera vuelta. La UMP cuenta con el 32 %. Apenas un punto de diferencia. Por el contrario, el PS podrá contar en la segunda vuelta con el apoyo masivo del Frente de Izquierda (FdI, 10 % intenciones de voto en la primera vuelta) y los ecologistas (en torno al 5 % de las intenciones de voto en la primera vuelta).

A la derecha, la UMP volverá a sufrir en la segunda vuelta del voto de castigo del FN de Marine Le Pen , que cuenta con el 14 % de las intenciones de voto en la primera vuelta. La presencia de listas centristas y conservadoras disidentes favorecerá la victoria final del PS.

En conjunto, todas las izquierdas suman en torno al 47 % de votos en la primera vuelta. Centro, derecha y extrema derecha, pueden conseguir en la primera vuelta entre el 48 y el 50 % de los votos nacionales. Sin embargo, la unión de la izquierda dará una nueva victoria al PS, mientras que la UMP volverá a ser víctima del voto de castigo de la extrema derecha, que podría entrar en la nueva Asamblea Nacional, por segunda vez en la historia de la V República.

Esas previsiones electorales anuncian un cambio inestable del paisaje político francés . La izquierda unida podrá ser mayoritaria en la próxima Asamblea Nacional . Pero el PS puede verse forzado a contar con los ecologistas, comunistas y extrema izquierda, con un costo político imprevisible a escala europea. El presidente Hollande ha prometido una «gestión rigurosa» del problema de la deuda nacional. Pero la Comisión europea, el Tribunal de Cuentas y la Inspección de finanzas del Ministerio de Economía advierten que Francia debe acometer «con rapidez» un programa de recortes y saneamiento de las cuentas del Estado.

A la derecha, la UMP espera «salvar los muebles». Pero el posible ingreso de varios diputados del FN en la nueva Asamblea Nacional anuncia una influencia creciente de la extrema derecha en el debate político nacional, con un carácter perturbador evidente.

A la izquierda, el presidente Hollande deberá elegir entre la «gestión rigurosa» de la crisis o las concesiones a la izquierda, con un costo presupuestario imprevisible. A la derecha, la derrota de Nicolas Sarkozy en las recientes elecciones presidenciales ha abierto una batalla apenas velada por el liderazgo del centro-derecha. A la extrema derecha, Marine Le Pen espera seguir creciendo haciendo campaña contra el «ultra liberalismo» socialista y contra el «ultra liberalismo» de derechas.