Israel exige un «mecanismo internacional» que vigile a Hamás para aceptar una tregua
El Ejército israelí mata a uno de los principales líderes de la organización terrorista y a toda su familia
La operación «Plomo sólido», lanzada por Israel hace siete días, parecía ayer estar tan cerca de derivar hacia el empeoramiento con el inicio de una incursión terrestre, como de entrar en la vía de unas posibles conversaciones de tregua.
A la vez que la aviación ... judía mataba en Gaza a Nizar Rayan -un destacado dirigente de Hamás- junto a toda su familia, y el Ejército movilizaba a 2.500 nuevos reservistas hacia el campo de batalla, el jueves se conocía que el Gobierno judío ha trasladado a «EE.UU y otras entidades internacionales» sus «condiciones» para estudiar un posible alto el fuego. Entre ellas, el diario «Haaretz» de Tel Aviv atribuía ayer al primer ministro en funciones, Ehud Olmert, la exigencia inédita de que se establezca un «mecanismo internacional» que se encargue de supervisar y asegurar que Hamás realmente cumple los términos de cualquier acuerdo que, según Israel, incluiría el fin total del disparo de cohetes y del rearme de Hamás a cambio de detener su ofensiva y abrir las fronteras de la franja, siempre bajo la tutela de la ANP de Mahmud Abbás.
«Israel no puede aceptar que la única parte responsable de cumplir y regular un alto el fuego sea Hamás, eso ya lo hemos probado y no resultó viable», explicaba una fuente diplomática israelí en relación a la necesidad de ese «cuerpo internacional llamado a reforzar un futuro acuerdo», sobre el que no han trascendido más detalles.
Comunicado de Hamás
Hasta ahora, los sucesivos Gobiernos israelíes siempre han rechazado la posibilidad de vigilancias externas en su suelo o los territorios palestinos, amén de la misión de observación de la UE en la frontera entre Gaza y Egipto, a la que Israel apenas ha dejado trabajar.
Aunque Israel rechazó el 31 de diciembre una propuesta de tregua formulada por Francia, el propio Ehud Olmert admitía ayer que «si las condiciones maduran y ofrecen una solución que mejore las condiciones de seguridad en el sur del país, consideraríamos el asunto, aunque -advertía- aún no estamos ahí».
Sus declaraciones coincidían con un comunicado de Hamás firmado por el portavoz Fawzi Barhum, en el que, por primera vez, la organización se mostraba favorable a estudiar un acuerdo «a condición de que cese la agresión, se levante el bloqueo y se nos den garantías internacionales de que el ocupante no volverá a comenzar esta guerra terrorista».
Según el investigador del Instituto de Estudios estratégicos de la Universidad de Tel Aviv Marc Heller, la apertura de vías de negociación no va a detener la incursión terrestre, tal como sucedió en las últimas fechas de la guerra con Hizbolá en 2006: «Antes o después de una tregua limitada, es más que posible que Israel entre por tierra en Gaza para ocupar algunos kilómetros y empujar a las milicias de modo que algunas ciudades de Israel queden fuera del alcance, al menos, de los misiles «Kassam». Israel necesita recuperar su imagen de disuasión».
Un sondeo difundido en Israel revelaba ayer que la actual campaña bélica ha beneficiado la popularidad del ministro de Defensa, Ehud Barak -cuyo partido Laborista se desplomaba en las encuestas electorales-, y que el 71 por ciento de los israelíes quieren que continúe la operación de bombardeos en la Franja de Gaza.
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