Interrogan durante horas al ministro del Interior de Francia por una denuncia de violación y acoso sexual

Divorciado sin hijos, casado en segundas nupcias, Darmanin reconoce « relaciones sexuales consentidas » con la querellante, pero niega las acusaciones de violación y acoso sexual.

En su día, hace cinco años, la querellante, Sophie Spatz-Patterson , en situación económica muy precaria, solicitó la «ayuda» de Darmanin, alcalde de Tourcoing, en el norte de Francia. Siguieron varios encuentros amorosos. Y un numeroso intercambio de sms y mensajes de tipo «sexy».

Según la querellante, Darmanin aceptó «ayudarla», pero, a cambio, la «forzó» a sucesivas relaciones amorosas, en unas condiciones que ella dice considerar « humillantes ». A cambio, el alcalde de Tourcoing, y actual ministro del Interior, le habría ayudado a encontrar un nuevo domicilio, en un piso de protección municipal.

Esos «líos» de un hombre «normal», divorciado, casado en segunda nupcias, serían una «trivialidad» relativa. Tratándose de un ministro del Interior, en el corazón de problemas policiales y legislativos de importancia nacional, son un material «inflamable» , para él y para el Gobierno de Emmanuel Macron.

Darmanin está en primera línea de la crisis provocada por el proyecto de Ley de «seguridad global», que moviliza cada sábado a varias decenas de millares de manifestantes contra el proyecto.

Darmanin es, así mismo, el principal defensor del proyecto de Ley destinada a combatir el «separatismo» cultural y político islamista.

Tratándose de dos proyectos graves, y delicados , las peripecias personales del ministro, con una vida «amorosa» aparentemente intensa, corren el riesgo de crear problemas inflamables.