La Iglesia alemana pide perdón a sus alumnos ultrajados

En la misa inaugural en la catedral de Friburgo, el arzobispo Robert Zollitsch ha admitido directamente las faltas de sacerdotes y otros colaboradores escolares, que vienen saliendo a la luz desde que el colegio Canisius de Berlín entablara averiguaciones, entre el antiguo alumnado, sobre un par de profesores jesuitas que habían abandonado la orden a principios de los años 90.

Luego se ha sabido que también en otros internados religiosos de Alemania se habían reproducido los ultrajes y, en estos momentos, más de un centenar de antiguos alumnos han respondido denunciando agravios de uno u otro grado sobre su sexualidad. "La confianza fue violada y destruida de manera atroz. Estamos conmocionados por el comportamiento de representantes de la Iglesia y educadores. Sufrimos con las víctimas", ha añadido el arzobispo Zollitsch.

En Friburgo, el presidente de los obispos católicos se ha mostrado públicamente afligido en nombre de toda la comunidad: “Hemos escuchado en los últimos días y semanas el eco apagado de faltas que datan de hace décadas” pero aseguró que la Iglesia va a alentar el esclarecimiento de lo ocurrido, colaborando con la Justicia e intentando mejorar las medidas para proteger a sus alumnos. Los abusos en Irlanda

Benedicto XVI ha llamado a capítulo, coincidentemente, a los obispos de Irlanda para expresarles su "angustia" y "preocupación" ante los abusos desempolvados también en aquel país. El Vaticano se ha comprometido a colaborar con la justicia irlandesa en las cerca de 400 denuncias por abusos de religiosos a menores entre 1975 y 2004.

En Berlín, 120 casos han sido denunciados ante la investigadora contratada por el colegio Canisius, frecuentemente señalado como el colegio de mayor nivel en la capital alemana, desde que su rector se percatara del auténtico alcance de los desmanes y escribiera cartas inquiriendo a todos los antiguos alumnos.

Los casos que se han conocido ocurrieron en éste y otros dos internados: el Sankt Blasien, en la Selva Negra, y el Aloisius, en Bonn. Pero el semanario Spiegel sugiere que podría haber casos también en relación con dos antiguos orfanatos salesianos en Augsburgo y Berlín, un internado de maristas y un antiguo orfanato de las vicentinas en Baviera, un antiguo internado franciscano en Hesse y un ex empleado de la Casa Salesiana en Essen. Las denuncias de abusos incluirían también a personal docente no religioso y adscrito a los centros.

Aunque el caso ha sido abierto por los propios jesuítas de Berlín, las críticas más airadas se han precipitado sobre el conjunto de la moral de la Iglesia. Pero el presidente de los obispos ha adelantado que la investigación penal no conducirá a un debate de principios sobre la doctrina de la Iglesia: "el abuso sexual no tiene nada que ver con el celibato. Es una cuestión de la inclinación de una persona". Negó así que ocurriese con mayor frecuencia en la Iglesia, donde sin embargo, al contar con un cuerpo organizativo, sería más fácil que terminen emergiendo, frente a otros colegios o clubs juveniles.