Hollande, obligado a cambiar de políticas antes de ponerlas en práctica
La Comisión Europea: «Francia debe comenzar una cura de austeridad y recortes, con rapidez, para poder cumplir con los compromisos con Bruselas»
juan pedro quiñonero
Francia, en la encrucijada. François Hollande se ve forzado a cambiar de política antes de comenzar a gobernar, cuando la «herencia» de Nicolas Sarkozy se ha convertido en un arma arrojadiza, a la izquierda y la derecha, como ejemplo «a seguir ... o a enterrar».
Hace cien días, la Comisión europea y el Tribunal de cuentas, advirtieron severamente, al unísono: «Francia debe comenzar una cura de austeridad y recortes, con rapidez, para poder cumplir con los compromisos europeos».
El fragor de la campaña electoral enterró la advertencia entre una riada de promesas electorales de los dos grandes candidatos. Sarkozy, presidente saliente, y Hollande, candidato favorito, competían en promesas muy costosas , que nadie sabría cómo podrían pagarse.
«Francia debe comenzar una cura de austeridad y recortes, con rapidez»
Derrotado Sarkozy, hace dos meses cortos, el Tribunal de cuentas ha lanzado al presidente Hollande otra salva de advertencias de inmenso calado. A juicio del Didier Migaud , presidente del Tribunal, socialista, nombrado por Sarkozy, el gobierno socialista debe tomar rápidamente medidas que no formaban parte del programa electoral del jefe del Estado.
Según el Tribunal de cuentas, Hollande debe congelar rápidamente los salarios de los funcionarios y comenzar a estudiar recortes por un montante de unos 33.000 millones de euros , para poder cumplir el 2013 y el 2014, las promesas de reducción del déficit, siempre anunciadas por Francia, desde hace años, y jamás cumplidas.
Le Monde habla del «giro político del rigor», que es la forma amable de presentar la congelación del gasto y los recortes, que debieran afectar a muchos ministerios, insiste el Tribunal de cuentas. A cortísimo plazo, el gobierno de François Hollande debe «buscar» unos 1.000 millones de euros, para «tapar los agujeros» presupuestarios de este mismo año.
Herencia de Sarkozy
Consciente que la severidad implacable del Tribunal de cuentas obliga al presidente Hollande a incumplir sus promesas electorales, antes de ponerlas en práctica, Pierre Moscovici , ministro de Economía y Finanzas, ha denunciado la «herencia recibida» de Nicolas Sarkozy.
Varios exministros de Sarkozy han respondido al unísono: «No hay nada oculto en las finanzas públicas. El Tribunal de cuentas ya hizo las mismas advertencias hace meses , pero François Hollande no quiso enterarse de la gravedad de la crisis».
A la izquierda, la «herencia» Sarkozy es presentada como un gravoso fardo económico. A la derecha, los antiguos ministros y aspirantes al liderazgo de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, el partido de Sarkozy) han comenzado a tirarse a la cabeza el «balance» de la fallida campaña electoral. Para unos, Sarkozy precipitó su derrota con su giro hacia el electorado de extrema derecha . Para otros, Sarkozy ha sido víctima de la gravedad de la crisis. Las agencias de notación financiera se preguntan si Francia será capaz de sanear sus cuentas públicas, o será necesario degradar la cota de credibilidad financiera del Estado, los próximos meses.
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