El Gobierno polaco refuerza su control sobre el Tribunal Supremo

Con esas dos propuestas legales todavía calientes y poco antes de ser votadas, dimitía su impulsora, la primera ministra Beata Szydlo , y el presidente de Polonia, Andrzej Duda , designaba ayer mismo al ministro de Desarrollo y Finanzas, Mateusz Morawiecki , como candidato a asumir en su lugar la dirección del gobierno. Además de una larga trayectoria en el partido gobernante de Polonia, la formación nacionalista y Conservadora Ley y Justicia (PiS), Morawiecki ha sido presidente de la filial polaca del Banco Santander , puesto desde el que se forjó una reputación como gestor y paladín del patriotismo económico de cara a una clase media cansada de los políticos al uso.

Su nombramiento todavía necesita la aprobación del Parlamento, donde Ley y Justicia tiene mayoría absoluta, por lo que resultará un mero trámite que podría quedar cerrado el martes .Este movimiento de ficha tiene como objetivo acercar posiciones con el presidente del país, Andrzej Duda, también vinculado a Ley y Justicia y que en julio de este año ya se negó a ratificar parte de la reforma de la Justicia. Ahora, Duda ha anunciado que tampoco dará su aprobación si se superan «ciertas líneas rojas» y el PiS encomienda a Morawiecki que la reforma cumpla ese último paso.

La remodelación del gobierno servirá además para situar a la cabeza del gobierno polaco a un hombre fuerte, con idiomas y con mayor capacidad que Szydlo para explicar en Bruselas las reformas que está llevando a cabo este ejecutivo. Con su mayoría absoluta, el PiS ha ido modificando el funcionamiento del Tribunal Supremo y el proceso para nombrar al Consejo Nacional de la Judicatura , el organismo que designa a los jueces, a pesar de las masivas protestas en la calle y argumentando que el sistema judicial polaco no había sido debidamente purgado desde que las tropas rusas abandonaron el país.

La Comisión de Venecia , organismo legal que asesora al Consejo de Europa, ha advertido que las reformas son «una grave amenaza» para la independencia judicial. Desde Bruselas, y ante el temor de que estas reformas erosionen el Estado de Derecho y contravengan los principios comunitarios, se ha abierto un procedimiento de infracción y la Comisión Europea decidió ayer además llevar a Polonia ante la Justicia europea por no cumplir con sus obligaciones respecto a la acogida de solicitantes de asilo.