Las Fuerzas Armadas de Malta ponen fin al secuestro de un barco tomado por inmigrantes

En diversas comunicaciones, la tripulación aseguró que se vio obligada con amenazas de diversos prófugos a cambiar la ruta, cuando estaban a seis millas de Libia, y poner rumbo hacia Malta. Al entrar en aguas territoriales maltesas, militares de este país abordaron la nave y tomaron el control sin que los inmigrantes pusieran resistencia. El objetivo de los prófugos era el de no ser conducidos hacia Libia donde prácticamente vivían en condiciones infrahumanas. Es conocida la dramática situación que sufren en ese país los inmigrantes, sometidos a torturas, lo que ha sido denunciado en repetidas ocasiones por Naciones Unidas y organizaciones humanitarias.

El petrolero «El Hiblu 1» fue escoltado por unidades especiales de la marina de Malta hacia la Valletta. A las 8.30 de esta mañana atracó en el muelle Boiler Wharf , el mismo donde desembarcaron los inmigrantes de la nave Aquarius en septiembre del pasado año. Ante la eventualidad de que el barco petrolero, de propiedad turca con bandera de las islas Palau en Oceanía, se hubiera dirigido a un puerto italiano, el ministro del Interior, Matteo Salvini , fue tajante: «No son náufragos, sino piratas. En Italia no entrarán jamás».

El primer ministro de la isla, Joseph Muscat , ha escrito en Twitter: «No nos sustraemos a las responsabilidades, a pesar de nuestras dimensiones. Ahora seguiremos todas las reglas internacionales ». Una hora después de atracar, comenzó el desembarco de los inmigrantes. Una de las 12 mujeres llevaba un bebé de pocos meses. Cuatro prófugos descendieron maniatados con pulseras de plástico y fueron introducidos en un furgón policial. Con la investigación que se ha abierto, se les considera presuntos responsables del secuestro, una solución que, en todo caso, les parecerá mejor que su retorno a Libia.

Se concluye así una operación que durante horas inquietó a las autoridades italianas y maltesas. Este caso parece poner de manifiesto que está fuera de control la situación en el Mediterráneo, donde solo hay en estos momentos una nave ONG, después del retiro de los medios militares de la operación Sophia de la unión Europea. En próximos días, con el buen tiempo , los traficantes de seres humanos podrían volver a colocar en el mar lanchas cargadas de inmigrantes. Ayer mismo, una embarcación con unos 120 refugiados fueron interceptada y conducida a Libia por una patrullera de ese país, mientras la nave humanitaria Alan Kurdi, de la ONG alemana Sea Eye, informó de tres lanchas neumáticas interceptadas por los libios