El fantasma de Sichuan
China ha sufrido dos de los seísmos más potentes de la Historia: el de Sichuan, que se cobró 90.000 vidas en 2008, y el de Tangshan, que causó 242.000 muertos en 1976
Mientras China se prepara para volver a mostrar al mundo su espectacular crecimiento de los últimos 30 años con la Expo de Shanghai, que se inaugura el próximo 1 de mayo, un nuevo terremoto ha vuelto a poner en evidencia el subdesarrollo de sus zonas ... rurales en el oeste del país.
Lo mismo ocurrió el 12 de mayo de 2008, cuando un seísmo de magnitud 7,1 sacudió a la provincia sureña de Sichuan a escasos tres meses de los Juegos Olímpicos de Pekín. El balance final de víctimas fue de casi 90.000 muertos y desaparecidos. Entre ellos había generaciones enteras de estudiantes que perecieron al desplomarse sus aulas, construidas con endebles materiales por culpa de la codicia de las corruptas autoridades locales de ciudades como Wenchuan y Beichuan, donde parecía que había caído una bomba atómica.
Tres décadas atrás, poco antes de la muerte de Mao Zedong, China sufrió uno de los terremotos más devastadores de la Historia en la ciudad industrial de Tangshan, en la provincia de Hebei, el 28 de julio de 1976. A las 3.42 de la madrugada, un seísmo de 7,8 grados de magnitud en la Escala Richter – equivalente a 400 bombas atómicas – arrasó Tangshan y dejó sentir su onda en un área de 2,17 millones de kilómetros cuadrados repartida por 14 provincias de China. En total murieron más de 242.000 personas, al mismo nivel que el “tsunami” que arrasó el Océano Índico en la Navidad de 2004.
En 1979, tres años después del terremoto que borró del mapa a Tangshan, comenzó la reconstrucción de la ciudad, que duró hasta 1986. Con una inversión superior a los 4.000 millones de euros, se levantaron 400.000 casas y se edificaron 12 millones de metros cuadrados de viviendas y 6 millones de instalaciones públicas. En la Plaza de la Reconstrucción, en el centro de la nueva Tangshan, un monumento erigido en 1986 junto al museo del seísmo glorifica al régimen comunista por aliviar la catástrofe con 100.000 soldados, 20.000 médicos y con 18.000 vagones, 8.000 camiones y 1.000 aviones cargados de ayuda humanitaria. Pero la propaganda olvida que, tras décadas de aislamiento, la tragedia obligó a China a pedir auxilio a la Cruz Roja por primera vez.
Hoy, Tanghsan y Sichuan se recuperan de ambas catástrofes, pero la Naturaleza sigue castigando a las pobres zonas rurales de la China del siglo XXI que celebra Juegos Olímpicos y Exposiciones Universales.
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