El expresidente francés Nicolás Sarkozy será juzgado por financiación ilegal de su partido
La investigación del llamado caso «Bygmalion» fue abierta en 2014
El Tribunal Supremo francés (Cour de cassation) ha confirmado definitivamente que el expresidente Nicolas Sarkozy será juzgado por delitos y/o presuntos delitos de corrupción, cometidos durante la campaña electoral de 2012.
Varios miembros de su equipo fueron inculpados, en su día, por presuntos delitos de falsificación de facturas y pago de falsos servicios a una compañía especializada, «Bygmalion». Durante dos años, los abogados de Sarkozy habían conseguido que no fuese imputado. El Supremo ha dictado su sentencia definitiva: el expresidente deberá responder, ante los tribunales, y juzgado por un rosario de cargos relacionados con la financiación ilegal de su última y desastrosa campaña electoral.
Hace seis años, el Consejo constitucional demostró que Sarkozy había sobrepasado en 363.615 euros los gastos autorizados en una campaña electoral presidencial. El expresidente reembolsó esa suma de dinero, y esperaba poder liberarse de un proceso penal.
A juicio de los abogados del ex presidente, no es posible condenar dos veces por un mismo delito. El Supremo ha estimado, por el contrario, que Sarkozy no podía ignorar el comportamiento crapuloso de una parte de su equipo, pagando facturas falsas.
Hace cinco años se descubrió que el candidato Sarkozy había sobrepasado en más de 20 millones de euros los gastos autorizados en una campaña presidencial. En su día, los dirigentes de la empresa «Bygmalion» (responsable de la organización técnica de la campaña de 2012), varios cuadros de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, el partido de Sarkozy, disuelto, para intentar enterrar varios escándalos), y el director de la campaña del ex presidente, fueron inculpados por delitos y / o presuntos delitos de corrupción.
La tarde del martes, 1 de octubre, el Tribunal Supremo ha dictado su sentencia definitiva: «La autoridad de Nicolas Sarkozy, su experiencia política, y el alcance de su nueva candidatura a la magistratura suprema , hacen poco creíble la hipótesis de una candidato desconectado de su campaña, dejando a sus equipos y a los dirigentes de su partido, actuar por su cuenta, decidiendo ellos cuestiones que eran de su responsabilidad personal».
El juez instructor del escándalo agrega, por su cuenta: « Sarkozy se benefició, incontestablemente, de los fraudes que le permitieron disponer de medios financieros muy superiores a los autorizados por la Ley».
El escándalo «Bygmalion» es uno de los tres escándalos cuyas «cacerolas» persiguen a Nicolas Sarkozy. Siguen su curso judicial otros dos escándalo, igualmente turbios.
Sarkozy deberá responder ante la justicia por los presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias en el escándalo «Bismuth»: el nombre utilizado por el expresidente para utilizar un teléfono privado con el que pudo «traficar» con algunos jueces, «intercambiado favores». Varios jueces siguen la instrucción de un tercer escándalo, mucho más oscuro: la posible «financiación libia» de la victoriosa campaña presidencial de 2007.
Reunión con Aznar
Por otra parte, el exmandatario galo ha conversado con el exdirigente español y presidente de FAES, José María Aznar, sobre los desafíos económicos que enfrenta Europa en el marco del foro económico internacional «Inspiring Hungary», en Budapest.
Ambos hablaron sobre la inminente recesión económica en Europa y sobre las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. También coversaron acerca del Brexit : Aznar calificó la salida del Reino Unido de la Unión Europea es un «tremendo error» que generará profundos problemas; Sarkozy aseguró que el Brexit «podría despertar pensamientos (similares) en otros países de Europa, lo que podría desintegrar la UE». «La desintegración sería catastrófica» para el continente, concluyó el político galo, quien además pidió más entendimiento entre los países del este y oeste del bloque europeo, aunque enfatizando su profundo rechazo al primer ministro británico, Boris Johnson.
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