El Ejército iraquí entra en las afueras de Hawiya, en su ofensiva para recuperar la ciudad

El Gobierno de Irak puso en marcha una ofensiva el pasado 21 de septiembre para recuperar el control de Hawija, que cayó en manos de los milicianos durante el ataque relámpago que lanzó Daesh en 2014 y con el que se hizo con gran parte del norte del país. A día de hoy, las fuerzas iraquíes, con la ayuda aérea Estados Unidos, se han hecho con el control de la mayor parte del norte iraquí y Hawija se ha convertido en la última localidad donde continúan los yihadistas.

El portavoz humanitario de Naciones Unidas, Jens Laerke, alertó este martes que el número de personas que han huido de los combates en el norte de Irak ha aumentado en 7.000 personas durante la primera semana de la operación militar. No obstante, todavía quedan más de 78.000 civiles atrapados dentro de la ciudad.

Las Unidades de Movilización Popular -una coalición de milicias principalmente chiíes y que luchan junto al Gobierno- anunciaron este martes la localización de tres fosas comunes en los alrededores de Hawiya con los restos de miembros de las fuerzas de seguridad ejecutados por el grupo yihadista. Detallaron que dos de las fosas han sido halladas en la localidad de Abu Sajra , mientras que la tercera ha sido localizada en Al Zerban . «Las Unidades de Movilización Popular están a la espera de los equipos especializados para examinar los restos de los mártires e identificarlos», indicaron, según ha informado el portal local de noticias Iraqi News.

Las tropas iraquíes han hallado decenas de fosas comunes con los restos de miembros de las fuerzas de seguridad y de civiles ejecutados por los yihadistas durante sus avances frente a Daesh en diversas partes de Irak.

El grupo yihadista, por otro lado, incendió este lunes tres pozos petroleros cerca de Hawiya, según indicaron fuentes militares. Las fuerzas de seguridad estaban intentando controlar los incendios, provocados para ralentizar el avance del Ejército y las Unidades de Movilización Popular hacia Hawiya. El pozo petrolero de Allas , situado 35 kilómetros al sur de la ciudad, fue una de las principales fuentes de ingresos de Daesh, que en verano de 2014 declaró un «califato» en partes de Siria e Irak.