EE.UU. busca ayuda de Europa para asegurar militarmente el golfo Pérsico

Un 20% del petróleo que se consume en todo el mundo pasa por el estrecho de Ormuz , un paso de 39 kilómetros entre territorio soberano de Omán, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Aparte del envío del portaaviones USS Abraham Lincoln al Golfo, el Pentágono ordenó el viernes un refuerzo de al menos 500 soldados en su contingente en Arabia Saudí después de que la Guardia Revolucionaria Iraní interceptara el viernes el buque petrolero comercial británico Stena Impero, que sigue retenido.

Según dijo el presidente estadounidense, Donald Trump, el viernes antes de salir de la Casa Blanca para pasar el fin de semana en su «residencia de Nueva Jersey, «EE.UU. no tiene petroleros en el Golfo porque es autosuficiente en materia de energía, pero lo que sí que tiene en el Golfo son buques de guerra, y una alianza muy fuerte con Reino Unido, y cuando Reino Unido elija a un nuevo primer ministro trataremos con él este problema, porque tenemos un entendimiento con Reino Unido que viene de hace mucho tiempo».

Por su parte, el Gobierno iraní admitió ayer que la captura del petrolero Stena Impero es una respuesta directa a la captura previa de otro buque comercial iraní por parte de la Armada británica cuando cruzaba el estrecho de Gibraltar. Aquel carguero iraní sigue bajo custodia de las autoridades gibraltareñas , a pesar de las reiteradas protestas del Gobierno español, que considera que el Peñón es territorio soberano nacional. Madrid también condenó ayer en un comunicado la captura del Stena Impero por parte de la Guardia Revolucionaria iraní.

Los detalles de la Operación Centinela que el Pentágono está tratando de crear en el Golfo los dio el candidato a ministro de Defensa, Mark Esper, en una comparecencia en el Capitolio esta semana. «Las economías que producen petróleo y las empresas marítimas deberían cooperar con las armadas que patrullan en la zona con EE.UU. para observar a Irán y desincentivar ataques como los que hemos visto en días recientes», dijo Esper en su vista oral.

Según añadió después un portavoz del Pentágono en un comunicado atribuido al Comando Central, «si bien EE.UU. se ha comprometido a apoyar esta iniciativa, se necesita la contribución y el liderazgo de los socios regionales e internacionales para que tenga éxito. Los funcionarios de EE.UU. siguen coordinándose con sus aliados y socios en Europa, Asia y el Oriente Próximo sobre los detalles y las capacidades requeridas para que la Operación Centinela garantice la libertad de navegación en la región y proteja las rutas de navegación más importantes».

La Casa Blanca intenta solucionar una crisis iniciada el año pasado por la retirada de Donald Trump del acuerdo nuclear alcanzado por Barack Obama en 2015. Desde su salida del pacto, EE.UU. ha endurecido las sanciones y a la vez ha instado a Irán a respetar los compromisos de desnuclearización que todavía tiene vigentes con otras naciones como Reino Unido, Francia o Italia. A principios de mes la Guardia Revolucionaria derribó un dron de vigilancia estadounidense en el Golfo y como respuesta, Trump ordenó un atasque con misiles, que abortó solo minutos después.

El jueves, el presidente anunció que un buque de asalto anfibio de la Armada norteamericana, el USS Boxer, derribó otro dron iraní cortando sus comunicaciones con el control central y dejándolo inutilizado. Los medios públicos iraníes mantienen que Trump mintió , pero el Pentágono ha respaldado al presidente dando detalles de las coordenadas donde el avión no tripulado cayó y cómo lo hizo.

Las relaciones entre EE.UU. y España no pasan por su mejor momento por la retirada de la fragata del grupo que ahora protege a los buques petroleros en el Golfo. Según reveló EFE, el Departamento de Defensa de EE.UU. ha hecho saber a España su «decepción» por esa decisión. «Hemos disfrutado de una relación productiva y profesional con la Méndez Núñez, pero estamos decepcionados con la decisión de España de retirar permanentemente la fragata del grupo de combate del portaaviones Abraham Lincoln», dijo a la agencia la teniente coronel Carla Gleason, portavoz del Pentágono.

Por su parte, el Gobierno británico, sin líder claro tras la dimisión de Theresa May, ha protestado ante Irán y ha convocado al embajador de la República Islámica para trasladarse su instatisfacción con la captura del Stena Impero.