División en Miami al relajarse las normas para viajar a Cuba
Diversos grupos del exilio cubano en Miami (EEUU) se han mostrado hoy divididos sobre la decisión del Senado estadounidense de suavizar la restricciones de viajes a Cuba y flexibilizar las exportaciones de alimentos y medicinas a la isla.
"Siempre nos opusimos a la sanciones ... del 2004 de EEUU sobre Cuba, por lo que este es un paso en la dirección que queremos, pero no suficiente", dijo a Efe Ramón Saúl Sánchez, director del Movimiento Democracia.
En ese contexto, expresó su deseo de que Obama "levante todas las restricciones impuestas en 2004", antes de asistir a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en Trinidad y Tobago a mediados del próximo mes.
El Senado de EEUU aprobó el martes un proyecto de ley presupuestario de 410.000 millones de dólares que incluye, entre otros capítulos, un anexo en el que revierte las restricciones de viajes a Cuba impuestas en 2004.
La legislación será ahora enviada a la Casa Blanca para que el presidente de EEUU, Barack Obama, la promulgue. El proyecto de ley permitirá a los cubanoamericanos visitar a sus familiares en la isla una vez al año, en vez de cada tres años como hasta ahora.
Medicinas y alimentos sólo para turistas
Sobre la flexibilización de los reglamentos que regulan las exportaciones de medicinas y alimentos, Sául Sánchez está de acuerdo con la medida, pero lamentó que una gran parte de las "medicinas y alimentos que llegan a Cuba" sirvan para abastecer a la "nomenclatura y los centros turísticos".
"Ésta es una especie de concesión a una dictadura", señaló por su parte Ninoska Pérez, presidenta del Consejo por la Libertad de Cuba, para quien se trata de una medida que "sólo favorece a un grupo de personas" a las que el Gobierno cubano permite viajar a la isla. En ese sentido, explicó que "no todo el mundo tiene ese privilegio" de poder viajar a la isla, y resaltó que existen numerosos cubanos residentes en Estados Unidos a quienes el régimen no les concede el visado para visitar la isla caribeña.
Pérez sostuvo que el proyecto oculta una "realidad": que esa sanción se impuso por el arresto en la llamada "Primavera Negra" de 75 disidentes cubanos que fueron detenidos entre el 18 y el 20 de marzo de 2003. "Esta medida no tiene sentido y para hacer una concesión de este tipo al régimen cubano se debería haber exigido algún cambio en la isla", puso de relieve. De aquellos 75 disidentes detenidos, 55 de ellos siguen presos en las cárceles de Cuba, subrayó.
Omar López, de la Fundación Nacional Cubano Americana, señaló por su parte que "desde hace mucho tiempo" abogaban por volver a la situación anterior a 2004, porque "en estos momentos críticos que vive Cuba, los contactos de pueblo a pueblo y de persona a persona son un elemento de apoyo a los cubanos".
López se mostró convencido de lo fundamental que resultan estos viajes en estos momentos en que "el régimen cubano está tratando de enquistarse más que nunca".
"Esto no es retórica, sino la realidad", aseveró, al tiempo que aseguró que por esta vía se manda mucha ayuda a la oposición. "El puente de cubano a cubano es para nosotros un concepto fundamental" para producir un proceso de cambio en la isla, afirmó.
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