El disidente chino Hu Jia seguirá con su activismo tras su excarcelación
«Mis padres me dijeron 'vive una vida normal', pero lo único que les pude decir es que tendré cuidado», asegura Hu
El disidente chino Hu Jia seguirá con su activismo tras su excarcelación
El disidente y defensor de los enfermos del sida Hu Jia, que fue excarcelado el domingo tras cumplir una condena de tres años y medio por «subvertir el poder del Estado», anunció a los medios de Hong Kong que tiene previsto continuar su activismo.
«Mis padres me dijeron 'vive una vida normal, no te enfrentes al régimen, porque este régimen es muy cruel y viola de forma arbitraria la dignidad de sus ciudadanos', pero lo único que les pude decir es que tendré cuidado », señaló Hu, de 37 años, al canal hongkonés Cable TV.
Hu Jia, que fue liberado tras cumplir la totalidad de su condena, se enfrenta ahora a una situación ilegal de limitación de sus movimientos y de su derecho a la libre expresión, similar a la que viven decenas de disidentes políticos como el artista Ai Weiwei , liberado el miércoles, o los abogados Teng Biao o Jiang Tianyong.
Ante estas limitaciones, Hu expresó a Cable TV: «A veces es difícil ser piadoso y leal... Es decir, ser leal a la moralidad, leal a los derechos de los ciudadanos, leal a la consciencia».
Premio Sajarov
Los padres de Hu, licenciados en universidades de elite chinas, fueron enviados a campos de reeducación laboral en 1957 por ser supuestamente «derechistas», al igual que otros miles de intelectuales que criticaron entonces al Gobierno de Mao Zedong, según señaló el propio Hu Jia en 2007, antes de ser detenido.
Hu Jia, que fue galardonado en 2008 con el premio Sajarov a la libertad de expresión, padece una hepatitis B crónica que ha degenerado en cirrosis, condición que no ha mejorado durante sus tres años y medio en prisión, por lo que ahora necesita tratamiento.
El destacado disidente político, que ha sido candidato al máximo galardón de la paz en diversas ocasiones, salió de la prisión del distrito pequinés de Changping en la madrugada del domingo y se encuentra en su domicilio del distrito de Tongzhou, en el este de la capital china, donde la fuerte presencia policial impide a los periodistas el acceso al interior.
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