La derecha portuguesa busca su identidad tras la debacle
Rui Rio intenta seguir en el liderazgo pese a que su estrategia de buscar una gran coalición con los socialistas le ha estallado en la cara. El hombre que le puede sustituir es Luis Montenegro, un perfil más contemporáneo y curtido. El misterio se resolverá el 28 de mayo
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Iniciar sesiónLa derecha tiene que renovarse en Portugal si no desea quedar atrapada en un pozo de fracasos consecutivos . A eso la lleva años conduciendo el líder que se ha hecho con los resortes del poder en los últimos años, Rui Rio ( ... Oporto, 1957), un economista obsesionado con conseguir a toda costa un pacto con los socialistas antes que convertirse él en una verdadera alternativa de Gobierno .
Después de derrotar la candidatura interna del vicepresidente del Partido Popular Europeo Paulo Rangel (Vila Nova de Gaia, 1968), Rio, exalcalde de Oporto entre 2002 y 2013, se plantó en las pasadas elecciones anticipadas del 30 de enero con estas premisas:«Somos un partido reformista, así que no vamos a hacer ninguna revolución ni vamos a destruir lo que otros han hecho».
Y, claro, la situación le estalló en la cara. Ya acumula varios golpetazos en distintos comicios , pero ahora fue incluso peor porque Antonio Costa (Lisboa, 1961) sacó 119 diputados (el umbral de la mayoría absoluta son 116) . De modo que todo el mundo esperaba que Rio presentara su dimisión de forma inmediata… una circunstancia que no se ha producido porque, según él «no hay prisa ».
Rio continúa en su puesto y aguarda que pase el siguiente aspirante a relevarlo. Hablamos de Luis Montenegro (Espinho, 1973), con un perfil mucho más contemporáneo y curtido como presidente del grupo parlamentario del PSD , unas siglas que, paradójicamente, significan Partido Socialdemócrata , pese a que la formación no responde a esas características y se puede definir como un PP a la portugues a. Son las peculiaridades de la arena política del país vecino.
Será el sábado 28 de mayo cuando se celebren las primarias que deben marcar el nuevo camino de esta derecha en busca de su identidad, porque todos coinciden en que con Rui Rio se despersonalizó buscando una gran coalición y sucumbió ante una imagen más insulsa. Faltaba que emergiese una figura con personalidad y carisma y Montenegro parece cubrir ese hueco. Por fin, dicen los más desencantados, hartos de ver a este PSD segundón.
El catedrático Antonio Nogueira Leite, del campus de Carcavelos de la Nova School Business and Economics, apunta a ABC: «Montenegro destacó como líder parlamentario entre 2011 y 2015 . Ahí su actuación superó el listón de sus expectativas iniciales y garantizó el respaldo que el Gobierno necesitaba (entonces comandado por el conservador Pedro Passos Coelho , que solo pudo ser desalojado a través de una moción de censura en 2015 , auspiciada por el Partido Socialista y apoyada por la izquierda radical)».
Y prosigue: «Montenegro tuvo una oratoria firme y certera , que encandiló a muchos seguidores del PSD. Pienso que tendrá el apoyo de muchos militantes , no solo del norte, sino también del área de Lisboa». Se refiere Nogueira Leite a que el aspirante es natural de Espinho y tiene su oficina de abogado en Oporto. El catedrático concluye: «Estamos ante un partido con muchas sensibilidades . La decisión final es siempre imprevisible, pero pienso que Montenegro parte con alguna ventaja por las lealtades que ha ido construyendo».
Por su parte, otra voz política de peso, el comentarista Nuno Gouveia, explica a este periódico: «Montenegro fue colaborador de Passos Coelho en los años de su Gobierno. En un periodo difícil para la derecha portuguesa , consiguió de forma brillante representar al Gobierno de mayoría conservadora en la Asamblea de la República».
Una oposición más frontal y aguerrida
«Es un político persistente, metódico y estudioso, que ascendió a pulso por el organigrama del PSD. Es una persona capaz de tender puentes con quienes no piensan de la misma manera. Otra cualidad es su disponibilidad para aprender rápido ». Gouveia recuerda: «Montenegro fue muy crítico con la dirección de Rui Rio y representa un viraje del partido a la derecha. Esto significa que estaría así de vuelta a su espacio natural de centro-derecha, olvidando las ideas de Rui Rio de posicionarse en el centro, cuando no a la izquierda».
«Montenegro es muy crítico con la dirección de Rui Rio y representa un viraje del partido a la derecha»
A su juicio, la consecuencia sería una oposición «más aguerrida y frontal al Gobierno socialista». «Ha logrado reunir el apoyo de un conjunto amplio de personalidades dentro del PSD y será muy difícil no verle como el nuevo líder», agrega. «Los años de oposición interna le dieron esa ventaja, que Paulo Rangel no tuvo. El único inconveniente de Montenegro puede tal vez estar relacionado con el hecho de ser visto como un hombre del ‘aparato’ del partido ».
La división desembocó en los últimos comicios en una doble sorpresa: la irrupción de Chega, similar a Vox , que se situó como tercera fuerza con el 7,1% después de la beligerancia mostrada por su jefe de filas, André Ventura, y la pegada de Iniciativa Liberal con Joao Cotrim de Figueiredo. Chega (que significa ‘Basta’) ha superado claramente a los comunistas y al Bloco de Esquerda, fagocitados por el PS de Costa, como refleja la asignación de escaños en la Asamblea de la República.
Así que otra derrota añadida para Rui Rio, quien no da muestras de afanarse por tapar la marcha de votos del PSD a estas pujantes formaciones, quizá porque no se lanzó a atracar a Antonio Costa a lo largo del último año. Lo ha terminado pagando caro, pues continuó con su tibieza y hasta se refirió a pactar con su gran rival con tal de «garantizar la gobernabilidad» del país. Ese plan en absoluto le ha conducido a ninguna parte, a juzgar por la opinión inapelable de los votantes.
Mientras Chega e Iniciativa Liberal han aprovechado para tomar posiciones , otro reducto de la derecha pugnaba por no sucumbir al olvido: el Centro Democrático y Social (CDS), aunque finalmente parece resignarse a su desaparición, o al menos a jugar un papel residual . Queda probado que Rio no captó bien el mensaje del nuevo alcalde conservador de Lisboa, Carlos Moedas, cuando dijo a las huestes del PSD: «Hemos demostrado que es posible derrotar a los socialistas». Lo proclamó así después de su inapelable victoria en las últimas municipales, donde fue capaz de desalojar al socialista Fernando Medina (hoy ministro de Finanzas) de la alcaldía de Lisboa.
El Vox de Portugal
La ‘nueva’ derecha debe atreverse a plantar cara a Antonio Costa , que ha sacado rédito de la estabilidad y de agitar el fantasma del ‘fascismo’ que, según él, se encarna en la figura de André Ventura y la propuesta de Chega.
En España se escenifica rasgarse las vestiduras si el PP da muestras de acercamiento a Vox. Algo parecido ocurre en el país vecino cuando salen a luz unas simples conversaciones entre el PSD y Chega , con la diferencia de que la formación de André Ventura es mucho más volátil, efectista e incluso excéntrica. Los socialistas lusos advierten siempre que pueden del ‘peligro’ de acercarse a Chega . Sin embargo, su formación pacta con la izquierda radical del Bloco de Esquerda y con Partido Comunista, capaz de alinearse con Vladimir Putin.
Librarse de ese corsé ideológico impuesto por Rui Rio es la primera asignatura pendiente del PSD. Pero él se debe hallar cómodo en su despacho de Oporto. Si no, ya habría dado pasos para ir recogiendo los bártulos y dejar espacio a la necesaria renovación .
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