Líderes

El de Juan Guaidó acaba de ser ratificado por la Asamblea Nacional, al concederle una prórroga de un año como presidente encargado de Venezuela. La «gestión» de Guaidó no cumple los objetivos deseados por los demócratas. Esto es, forzar el fin de la dictadura. Quizás, se le pedía demasiado estando tan solo frente al mastodonte bolivariano y a sus amigos de aquí y de allá.

Pedro Castillo, aunque a muchos les cueste entenderlo, es otro líder (diferente). El peruano está donde está, porque convenció a la mayoría de que él era mejor que Keiko Fujimori para ocupar la Casa de Pizarro. Fue un momento de gloria. Para quitarse el sombrero (el suyo) pero, salvo milagro evangélico, el reloj de este nuevo enero, marca las horas para que se ponga a la cola de los ex presidentes del Perú efímeros o incapacitados.

El 2022 encuentra a estos líderes, con López Obrador a la izquierda mexicana, rodeados de otros que saldrán y unos nuevos que llegarán. Es el caso de Colombia, donde el único que hoy asoma con fuerza es Gustavo Petro, el ex guerrillero y ex alcalde de Bogotá que busca ser el Boric colombiano en las urnas.

Lacalle Pou es el líder que lo tiene claro y convence, Guillermo Lasso, el liberal tenaz con recetas de antes actualizadas, Mario Abdo Benítez, el equilibrista, Bukele el rapero rebelde del siglo XXI y Fernández, la sombra de 'Cristina', la gran lideresa del sur.

Dicho esto, el líder entre los líderes, de ayer y hoy, es Lula, el eterno ave fénix de Brasil. Bolsonaro pasará a la historia como el desliz de las masas en tiempos de hartazgo. Será un capítulo breve pero Lula es y será historia, en letras mayúsculas, con renglones torcidos y corruptos pero un verdadero líder, incombustible.