El barco iraní que capturó Gibraltar descarga su crudo en Siria

Según reveló ayer la empresa norteamericana de observación por satélite Maxar Technologies Inc . el barco fue avistado el 6 de septiembre junto al puerto de Tartús, una localidad costera de Siria en la que además Rusia cuenta con una base naval. Liberado por las autoridades de Gibraltar el 19 de agosto, el barco cruzó el Estrecho con destino a Chipre y una vez allí desconectó su transpondedor. Se le había perdido el rastro desde hace exactamente una semana, pero las autoridades estadounidenses estaban seguras de que se dirigía a Siria, y así lo denunciaron.

El gobierno iraní admitió ayer que el crudo había sido ya entregado a un comprador al que no identificó. « El petrolero ha llegado a su destino. El petróleo ha sido vendido », dijo ayer Abbas Musavi, portavoz del ministerio de Exteriores de Irán, informa Mikel Ayestarán .

En un intento de último momento de impedir que el régimen sirio recibiera el crudo iraní, el enviado especial para Irán de EE.UU., Brian Hook, le envió un correo electrónico al capitán del barco, un ciudadano indio de 43 años de nombre Akhilesh Kumar. En la misiva, EE.UU. le ofrecía una recompensa millonaria si entregaba el cargamento. Kumar se negó y el 30 de agosto el Tesoro norteamericano dictó sanciones contra el barco y contra él por «cooperación con terroristas». Las autoridades iraníes acusaron a su vez a la Casa Blanca de « extorsión y soborno ».

El 4 de septiembre, Hook anunció en Washington 15 millones de dólares en recompensa por pistas sobre los métodos que Irán emplea para eludir las sanciones y cobrar ventas de cargamento como el que ahora ha llegado a Siria. Además, en su conferencia de prensa, el diplomático denunció la credulidad de las autoridades gibraltareñas, que liberaron el carguero simplemente por unas promesas del régimen iraní. « Este barco fue liberado por Gibraltar sobre la base de las garantías proporcionadas por el Gobierno iraní de que no entregaría su petróleo a Siria, que es exactamente donde llega ahora », dijo Hook.

La Casa Blanca intentó incluso que las autoridades de Gibraltar le entregaran el carguero porque este podría violar las sanciones que EE.UU. tiene en pie contra Irán y contra Siria. Gibraltar se negó y liberó a la tripulación y el buque. El Gobierno español había protestado previamente por lo que consideró una violación de su soberanía a través de una acción coordinada de EE.UU. y Reino Unido en aguas costeras de la colonia gibraltareña.

La Armada británica había abordado el barco el 4 de julio, cuando navegaba con el nombre de Grace 1, y lo tuvo en puerto más de un mes. El 15 de agosto, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, dijo: «Dadas las garantías que hemos recibido, ya no hay motivos razonables para la detención legal continuada del Grace 1 de acuerdo con nuestro compromiso con el reglamento de sanciones de la Unión Europea». Aquellas garantías resultaron insinceras, a tenor de lo sucedido después.

Cierto es que antes, la Guardia Revolucionaria iraní había interceptado un petrolero británico, el Stena Impero, cuando navegaba en el golfo Pérsico, bajo la justificación de que Reino Unido no estaba en cumplimiento del código marítimo internacional. Las autoridades de Irán anunciaron ayer que pronto liberarán al Stena Impero, una vez se les ha permitido ultimar la venta de su propio crudo.

Esta batalla diplomática por el control de un solo barco es resultado de la agresiva política de la actual administración norteamericana para lograr un aislamiento total del régimen iraní, frustrando incluso el comercio con sus más estrechos aliados, como es el régimen sirio.