«Barack Obama no es de izquierdas ni de derechas»

-¿Van a votar los latinos por Obama?

-Oh, sí. Mucho. Más del 70 por ciento.

-Se dijo que esto no era así al principio.

-Se dijo, pero eran pendejadas de los comentaristas, que son todos unos cínicos y unos superficiales. Alguien les dijo que a los latinos no les gustan los negros. Bush tuvo el 60 por ciento del voto latino y McCain no pasará del 30. Si Obama gana en Florida significará que ha conseguido abrir brecha incluso entre el voto cubano, que siempre votaba republicano...

-¿Está usted tan seguro de la victoria de Obama como la desea?

-Por supuesto. Obama va a ganar y con él se va acabar toda una época política que viene de los años sesenta.

-¿Y qué es lo que va a acabar exactamente?

-Todo un sistema de confrontación permanente entre lo conservador y lo liberal, entre la izquierda y la derecha, todas estas estupideces...

-¿Unas elecciones no son esencialmente una confrontación?

-Sí, pero hace falta un nuevo lenguaje. El calentamiento global, ¿es un asunto de izquierdas o de derechas? ¿Y la economía? ¿No está claro que la actual crisis trasciende la antigua dialéctica?

-La izquierda europea tiende a identificarse con Obama. ¿Usted no cree que él sea un político de izquierdas?

-Él representa a una nueva generación que ya no quiere ser de izquierdas ni de derechas. Porque hay que hacer frente a problemas globales.

-¿Entonces en qué quedamos? ¿Hay derecha o no la hay?

-El rescate de los bancos en Estados Unidos no ha sido una decisión de derechas ni de izquierdas sino una medida de emergencia, una solución a la europea. Hay una ironía deliciosa en eso. Burlarse de Europa fue durante mucho tiempo una pieza esencial de la retórica republicana.