El escándalo del vicepresidente argentino arrolla al procurador general

Sigue el caso de Amado Boudou, investigado por tráfico de influencia y blanqueo de dinero

carmen de carlos

El efecto ventilador del vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, se ha llevado por delante, en primera instancia, al procurador general de la Nación, Esteban Righi , cargo equivalente al del fiscal general en España. Boudou, envuelto en un escándalo de tráfico de influencias en ... la adjudicación a una empresa, -en quiebra-, para la impresión de papel moneda, había acusado a Righi de utilizar, hace tiempo, el bufete de su esposa para ofrecerle futura inmunidad judicial a cambio de las minutas correspondientes.

El vicepresidente y ex ministro de Economía protagoniza la primera gran crisis del segundo Gobierno consecutivo de Cristina Fernández de Kirchner . Aunque no está ni imputado ni procesado, Boudou está en la mira de la justicia y es portada casi permanente de los periódicos que siguen el caso Ciccone, bautizado así por el nombre de la imprenta a la que el vicepresidente, presuntamente, favoreció para que imprima cerca de mil doscientos millones de billetes de dos, cinco y cien pesos (un euro se cambia a 5.60 pesos) .

La investigación de la causa desembocó la semana pasada en el registro de un piso propiedad de Boudou que tiene alquilado . El juez federal Daniel Rafecas dio la orden a instancias del fiscal Carlos Rívolo. Después de esto la imagen de Boudou, que se declara inocente aunque hay documentos que lo vinculan con los involucrados, se desplomó.

Acorralado, el vicepresidente compareció el pasado jueves en un intento de limpiar su nombre pero lo que hizo fue presentarse como víctima de una mafia y embestir contra todos los poderes del Estado. El presidente de la bolsa, Adelmo Gabbi, las gobernaciones de las provincias de Santa Fe y Buenos Aires así como el Poder Judicial y los medios de comunicación críticos, fueron también objeto de un surtido variado de denuncias de Boudou .

El arco iba desde intentos de soborno hasta asuntos relacionados con casinos y bingos así como presuntos fraudes o irregularidades en la designación de las empresas responsables de la impresión de papeletas electorales. El mensaje, entre líneas, era: No caeré solo . Pocas horas después tuvo su efecto. Aunque las aguas están divididas, un sector del Gobierno de Cristina Kirchner salió en su defensa . Ningún ministro se atrevió a repetir, como en días anteriores al hablar de él, una frase que lo condenaba, «no pongo las manos en el fuego por nadie».

En este contexto Boudou denunció en los tribunales a la esposa del Procurador General y éste presentó ayer su renuncia . El oficialismo tiene ahora otro objetivo, desembarazarse del juez Daniel Rafecas. De entrada está en marcha una investigación en el Consejo de la Magistratura (Consejo General del Poder Judicial).

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios