El «affaire» de Mrs. Robinson aparta del cargo al primer ministro norirlandés
Peter Robinson abandona sus funciones durante seis semanas para limpiar su nombre tras el escándalo extraconyugal de su esposa
Peter Robinson llega al Parlamento norirlandés hoy / AP
La crisis en Irlanda del Norte ya ha estallado, y el escándalo de la primera dama —su relación amorosa con un joven al quien ayudó a montar un café con préstamos de empresarios que ella recibió y no declaró— se ha llevado por delante a ... su marido, el primer ministro norirlandés Peter Robinson.
De momento, temporalmente, por espacio de seis semanas. Pero su regreso, una vez concluya la investigación en curso sobre su propia implicación en el asunto, no está asegurada, por más que su formación, el Partido Unionista Democrático (DUP), cerrara ayer filas formalmente en torno a su líder y le expresara su «completo apoyo».
Doble machismo en el Ulster
La titular de Empresas del Gobierno autonómico, Arlene Foster, reemplazará a Robinson al frente del Ejecutivo, acogiéndose a una cláusula que permite la sustitución temporal sin votación. Foster se convierte en la primera mujer en llegar a ese puesto, en una región durante mucho tiempo dominada por un doble machismo, el tradicional y el propio de la ley del más fuerte de las bandas terroristas.
Con un Gobierno cogido con pinzas (forzada colaboración entre DUP y el Sinn Fein) y con una endemoniada disputa sobre la mesa (el pendiente traspaso de las competencias en materia de Policía y Justicia por parte de Londres), un traspiés como el actual puede echarlo todo a rodar. Una de las salidas más claras es la convocatoria de elecciones anticipadas, con la aspiración del Sinn Fein de Gerry Adams y Martin McGuinness de sobrepasar en diputados al DUP y entonces tener la presidencia del Gobierno.
Todo queda pendiente de lo que determine la investigación independiente ordenada por Robinson, que debe establecer si éste incumplió los deberes de su cargo al no dar cuenta a las autoridades competentes sobre la irregularidad de que su esposa Iris recibiera 50.000 libras (55.000 euros) en préstamos, de los que él tuvo conocimiento posterior, y no las declarada en el registro de cargos electos. Marido y mujer son diputados en el Parlamento de Westminster y en el Asamblea de Belfast.
Cuando se daba por imparable la caída de Robinson, la fórmula de apearse de modo provisional le ha permitido ganar tiempo. Ayer quiso dar la sensación de que a pesar de que formalmente no actuará como primer ministro, en el fondo seguirá llevando de alguna manera las riendas. «A lo largo de este periodo continuaré trabajando en las relevantes cuestiones relacionadas con Seguridad y Justicia y otras», indicó.
El Sinn Fein exige a Londres un traspaso inmediato de las competencias relativas a la Policía y los tribunales de Justicia, último paquete que falta por transferir, mientras que el DUP insiste en retrasarlo hasta comprobar que los republicanos son fiables para poder compartir informaciones y decisiones tan sensibles.
El DUP escenificó su apoyo a Robinson con una declaración avalada por los cuadros del partido y todos sus diputados. En su presentación notoriamente estaba presente el reverendo Ian Paisley, fundador de la formación en 1971 y su líder hasta que en 2008 fue sustituido por su segundo durante casi cuarenta años, Peter Robinson.
¿El regreso de Paisley?
El hoy vicelíder del DUP, Nigel Dodds, fue el encargado de comunicar ese apoyo a la opinión pública. Dodds es uno de los candidatos a dirigir la formación en el caso de la defenestración final de Robinson. La elección de Arlene Foster como recambio en el Gobierno durante las próximas semanas supone un pacto entre aspirantes, al tiempo que cierra el paso a un sugerido regreso de Paisley.
Foster protagonizó en 2004 una sonada defección al DUP desde el UUP, partido con el que había concurrido a las elecciones. Ha sido titular de dos Ministerios, Medio Ambiente y Empresas. Como otros políticos, su vida se ha encontrado con el terrorismo: de niña el IRA puso una bomba en un autobús que le llevaba a la escuela; luego la banda intentó matar a su padre, entonces policía en la reserva.
Por su parte, el Sinn Fein no está dispuesto a ser mero convidado de piedra en este sainete unionista. El dirigente Gerry Kelly admitió que Robinson se merece tiempo para resolver su situación personal, pero advirtió que los republicanos no quieren «que esto siga así durante seis semanas», sino que se tiene que resolver en un plazo más corto.
El resto de partidos arremetieron contra DUP y Sinn Fein. En el bando unionista, tanto el moderado UUP como la formación más radical Voz Unionista Radical, que esperan pescar votantes enfurecidos con el matrimonio Robinson, reclamaron la dimisión definitiva del primer ministro. En este sentido se expresó de manera contundente el domingo David Trimble, ex líder del UUP y Premio Nobel de la Paz.
En el campo católico, el SDLP aprovechó para presentar a Martin McGuiness, viceprimer ministro del Gobierno, en el mismo «crepúsculo» que Robinson.
Ver comentarios