Un inmigrante muere tras ser atropellado el jueves por la noche en Hungría

Este enviado especial fue testigo de cómo varios grupos caminaban por el asfalto en plena noche del miércoles en dirección a Szeged, a una quincena de kilómetros de la frontera. Muchos ignoraban las advertencias de los conductores , que hacían sonar el claxon para avisar del peligro que estaban corriendo. Algunos incluso detenían el vehículo para expresarles su enfado.

Hungría batió el miércoles su récord de llegada de inmigrantes y refugiados con 3.221 , casi todos a través de la vía del tren que viene desde Serbia y pasa por Röszke. Desde este tranquilísimo pueblo hasta Budapest, la capital, hay unos 180 kilómetros. Las autoridades han planteado la posibilidad de decretar el estado de crisis .

Las calles y zonas ajardinadas de Szeged aparecen salpicadas al amanecer por jóvenes, familias o grupos más numerosos agotados después de haber caminado durante la noche para tratar de no ser descubiertos por los agentes. Desde hace tres días un helicóptero de la Policía peina los campos y caminos de la zona desde el aire para alertar a sus compañeros sobre el terreno.