Vuelve la guerra en Donetsk a gran escala

Según un comunicado del Estado Mayor del Ejército ucraniano, «alrededor de las cuatro de la madrugada, los terroristas rusos, en violación de los acuerdos de Minsk, lanzaron una gran ofensiva sobre las posiciones ucranianas ». La nota asegura que las unidades separatistas están compuestas por un millar de hombres, una decena de tanques, artillería y lanzaderas de cohetes «Grad».

Aunque con alguna interrupción esporádica, los combates duraron todo el día y, según la agencia de noticias ucraniana UNIAN, por la tarde toda Marinka ardía en llamas. Aún no se ha facilitado un balance exacto de bajas y víctimas civiles, pero los muertos podrían superar la decena. También hay abundantes heridos entre los soldados ucranianos. Los insurgentes reconocieron haber sufrido quince muertos.

Kiev sostiene que entre los atacantes hay fuerzas del Ejército ruso, extremo confirmado en parte por la OSCE, uno de cuyos portavoces declaró ante los micrófonos de una radio ucraniana que los observadores pudieron ver soldados con distintivos rusos así como camiones militares matriculadas en el país vecino.

Al final del día, según el ministro de Defensa ucraniano, Stepán Poltorak, «se logró repeler la ofensiva» prorrusa. Para conseguirlo, la tropas gubernamentales tuvieron que hacer uso de la artillería, pese a que la tenían ya replegada a tenor de los acuerdos de Minsk. El Ejército ucraniano denunció también ataques con artillería contra sus posiciones en Shirókino, cerca de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, en el mar de Azov.

La artillería ucraniana bombardeó ayer el aeropuerto de Donetsk y otros puntos de la ciudad. De acuerdo con las informaciones del viceministro de Defensa de los separatistas de Donetsk, Eduard Basurin, las bombas dejaron sin fluido eléctrico a dos minas de carbón. De una de ellas, la tristemente famosa «Zasiadko» por sus frecuentes accidentes quedaron atrapadas bajo tierra 600 trabajadores.

El martes tuvo lugar en Minsk una nueva reunión del «grupo de contacto», constituido por representantes rusos, ucranianos y de la OSCE, que terminó sin ningún acuerdo. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, afirmó ayer que "Rusia frustró la reunión trilateral y hoy ordenó a sus terroristas lanzar una ofensiva militar". Ucrania acusa a los separatistas de seguir sin retirar su armamento pesado de la línea de separación y de violar constantemente el alto el fuego, algo que niega Basurin.

En Moscú culpan de lo sucedido a Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo ayer que «en Moscú sentimos una profunda preocupación ante las acciones provocadoras del Ejército ucraniano que, por lo que podemos juzgar, en gran medida es el causante de la situación». Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que "los que están intentando agravar la situación militar obstaculizan el avance de las conversaciones en todos los aspectos clave políticos, económicos y humanitarios".