Último intento para encontrar a los seis españoles desaparecidos en Nepal

Allí, a más de 4.000 metros de altitud, los números del Grupo de Montaña de la Benemérita inspeccionarán desde el aire dos rutas de senderismo para asegurarse de que los desaparecidos no las tomaron antes del seísmo. «Los equipos de otros países que han rastreado el lugar ya nos han dicho que no han visto nada por allí, pero la operación de rescate sigue abierta porque queremos ser lo más exhaustivos posibles», explicó el embajador español en la India y coordinador del dispositivo, Gustavo de Arístegui.

Si el vuelo no localiza ninguna señal, los 46 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los 12 guardias civiles desplazados a Nepal esperarán la decisión del Consejo de Ministros para regresar a España, informaron fuentes diplomáticas. Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores añadió que «la operación sigue abierta sin horizonte».

Una vez concluida esta fase de rescate, los tres agentes de la Policía Científica expertos en identificación de cadáveres que llegaron hoy a Nepal se quedarán en Katmandú para analizar los restos que vayan recibiendo y comprobar si pertenecen a los españoles desaparecidos.

Tras el hallazgo del cuerpo de la catalana Roser Palau, que ya ha sido repatriado a España, solo quedan por localizar cuatro montañeros asturianos, Sabino Fernández, Jesús Monteirín, Egidio García y Ángel Hernández, y una pareja formada por el aragonés Míxel Pizarro y la cántabra Isabel Ortiz. El rastro de todos ellos se perdió en el devastado valle de Langtang, arrasado por un alud que sepultó un pueblo entero y apenas dejó supervivientes. Según las autoridades locales, bajo la avalancha de lodo, hielo y árboles que cayó de la montaña podría haber enterrados hasta 300 cadáveres, que serán muy difíciles de recuperarse al hallarse varios metros bajo tierra.

Casi dos semanas del devastador terremoto que azotó a Nepal , el balance oficial ya ha superado los 7.500 fallecidos y más de 14.000 heridos, así como millones de damnificados que perdieron sus casas y siguen cobijados bajo lonas de plástico entre las ruinas de sus hogares.