Renzi: «¿Cómo se puede seguir insensibles cuando asistimos a una masacre en el Mediterráneo?»

Carlotta Sami, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (UNHCR) habla de hecatombe sin precedentes y ha confirmado la dimensión de la tragedia. De confirmarse el número de víctimas, ésta sería la mayor tragedia del Mediterráneo , después de la ocurrida frente a la isla siciliana de Lampedusa el 3 de octubre del 2013 con 366 muertos.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha comentado al conocer la tragedia: «¿Cómo se puede permanecer insensibles cuando en el mar Mediterráneo sistemáticamente asistimos a una masacre?» Lo sucedido impone una amplia reflexión, según Renzi: «Cómo estar insensibles frente a las jóvenes que en Nigeria han sido raptadas hace un año por Boko Haram? Cómo se puede permanecer insensibles al dolor de enteras generaciones que mueren, en un tiempo en el que la comunicación glotal nos impone el saber todo?»

Renzi, que se encontraba en Mantova, ha interrumpido el viaje que tenía carácter electoral, para regresar con urgencia Roma. Para esta tarde ha convocado una reunión con varios ministros. Renzi ha mantenido también una conversación telefónica con el presidente francés, Francois Hollande, con ánimo de buscar una mayor implicación europea ante la emergencia de la inmigración en el Mediterráneo. El primer ministro italiano también ha solicitado una reunión urgente de los líderes de la Unión Europea para la próxima semana, con objeto de discutir la respuesta a la inmigración a la luz de la tragedia.

Mientras tanto, un coro de voces se ha levantado ya en Italia pidiendo la intervención urgente de la Unión Europea. «Hecatombe en el Canal de Sicilia, al menos 700 muertos. El Mediterráneo es un cementerio e Italia ha sido abandonada. ¿A qué espera Europa para intervenir?» escribe en Twitter el presidente de la Comisión para las Políticas Europeas de la Cámara de Diputados, Michele Bordo (Partido Democrático)

El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, radicalmente contrario a la acogida de prófugos, ha manifestado que se ha tratado de una tragedia anunciada y ha vuelto a pedir el bloqueo naval en el Mediterráneo. «¿Sirven otros 700 muertos para bloquear las salidas de barcos cargados de inmigrantes? Si las instituciones europeas tienen sentido, es tan complicado organizar bloqueos navales para identificar quién es inmigrante clandestino y quién es refugiado? No sé cómo decirlo: La hipocresía de Matteo Renzi y del ministro del Interior crea muertos»

Con profunda tristeza y amargura, el Papa Francisco, ha hecho, tras el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, un dramático llamamiento a la comunidad internacional para evitar nuevas tragedias en el Mediterráneo: «Expreso mi profundo dolor ante tal tragedia y aseguro para los desaparecidos y sus familias mi recuerdo en la oración. Dirijo un apremiante llamamiento para que la comunidad interracial reaccione con decisión y rapidez para evitar que estas tragedias vuelvan a repetirse». El Pontífice, que ante una anterior tragedia en el Mediterráneo gritó «es una vergüenza», se ha mostrado profundamente conmovido ante esta nueva tragedia.

«Son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscaban una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados víctimas de guerras, buscaban la felicidad», ha dicho el Papa, quien tras un momento de silencio ha añadido: «Invito a rezar, primero en silencio, y después todos juntos por estos hermanos y hermanas».

Por su parte, Carlota Sami, ha reiterado la petición que hace la UNHCR con insistencia: restablecer «Mare Nostrum», la operación humanitaria que organizó el gobierno italiano después de la tragedia de octubre 2013 . Su coste era de nueve millones de euros mensuales y suscitó muchas críticas en Italia, sobre todo de la Liga Norte, por estimar que incitaba a los inmigrantes a lanzarse a realizar la travesía en el Mediterráneo, porque tenían la esperanza de que podrían ser salvados por los barcos de «Mare Nostrum».

El 1 de noviembre el gobierno italiano canceló la operación «Mare Nostrum», que fue sustituida por «Tritón», un dispositivo de la Unión Europea mucho más limitado en medios y con solo tres millones al mes. La diferencia fundamental es que sólo podía intervenir hasta un límite de 30 millas de las costas italianas, mientras «Mare Nostrum» lo hacía en todo el Mediterráneo.

La consecuencia es que, cuando hay una petición de socorro, los barcos de Tritón suelen llegar después de muchas horas al lugar del naufragio. Además, no se ha logrado, como demuestran las últimas tragedias, disuadir a los inmigrantes para que no hagan la travesía del Mediterráneo, teniendo en cuenta los peligros que corren al no poder ser socorridos con rapidez con el dispositivo Tritón, como antes ocurría con «Mare Nostrum».

Lo que desde hace meses exige la agencia de la ONU para los refugiados es que Europa organice una operación «Mare Nostrum» europea. Pero el escepticismo es muy grande y nadie en Italia cree hoy en esa posibilidad, a la vista de la indiferencia mostrada en las ayudas para Tritón. La aportación de muchos países ha sido nula y en algún caso se limitó al ofrecimiento de un psicólogo.