Los banqueros prefieren a Marina Silva

La opinión de Petros la suscriben esta semana las reacciones de la Bolsa y el dólar tras difundirse los últimos sondeos. Todos coinciden en una recuperación en la intención de voto de la ahora favorita, Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) en detrimento de Marina Silva (Partido Socialista). El efecto inmediato tras conocerse las encuestas fue el desplome del Bovespa (el índice de Sao Paulo que cayó 4,52 por ciento) y la disparada del valor de la divisa estadounidense frente al real que se depreció un 1,65.

«Los errores de Dilma -recuerda Petros- se han traducido en déficit fiscal para una economía que tenía una previsión de crecimiento inicial de 4 puntos, luego pasó a 2,5 y finalmente, ha quedado reducido a cero. Y eso, es consecuencia de sus malas decisiones».

La situación de la séptima economía del mundo y primera de Sudamérica, se completa con otros rasgos: 6 por ciento de inflación, sobrecarga de subsidios o programas sociales («Mi casa», «Mi vida» etcétera), problemas de empleo y tarifas de servicios y transporte público semicongeladas… «Ese es el balance rápido de la gestión de Dilma. Ahora quiere convencer de que va a ser ortodoxa pero es tarde», observa José Marcio Mendonza, del Instituo de Industrias Criativas.

Los dueños del dinero, definitivamente, no confían en la presidenta. Claudio G. Couto, sociólogo y encuestador, destaca las cualidades que el mundo de las finanzas aprecia en Marina Silva frente a Dilma Rousseff. «Marina está en condiciones de desarrollar una política económica que inspire mayor confianza. Es una defensora de la independencia del Banco Central y más conservadora en términos económicos. Los mercados lo saben y apuestan por ella». Dicho esto, advierte: «Si ganara tendría más problemas que Dilma en el Congreso y en la calle donde el PT trabajaría en su contra pero su relación con los empresarios sería fluida».

Lo curioso, advierten los analistas consultados es que «la médula espinal de la política económica de una y otra, en el fondo, no es tan diferente. El problema es que ya no confían en Dilma. La banca y las finanzas no han hecho una declaración de principios en contra suya pero prefieren a Marina , se fían de ella», observa José Marcio Mendonza.

Claudio G. Couto recuerda que hay un tercero en discordia en estas elecciones: Aecio Neves (PSDB), el socialdemócrata que en el 2010 se perfilaba como la gran promesa y hoy intenta ganar terreno antes del domingo para alcanzar el segundo puesto que le arrebató Marina Silva. «Llega tarde y lo hace con un discurso antiguo. Reivindica la gestión de Fernando Henrique Cardoso y el Plan real que trajo estabilidad a Brasil pero únicamente el 30 por ciento del electorado sabe qué fue el Plan real», comenta con escasa visión de futuro para «el tucano» como se conoce en Brasil a los socialdemócratas.

Los mercados coinciden con él. Como las encuestas, no contemplan a Aecio Neves en la carrera final al Palacio de Planalto y, pese a los sondeos, esperan, al final, la batalla por el poder se libre entre Dilma Roussef y Marina Silva en una segunda vuelta.