El debate de todos contra Marina Silva

Silva y Rousseff volvieron a verse las caras el lunes, durante el segundo debate presidencial, el primer encuentro de ambas después de la encuesta que las empata con un 34% en primera vuelta, y que c oloca a Silva al frente por 50% a 40%, en el ballotage.

«Quiero decir que leí este fin de semana el programa de la candidata [Silva] y vi propuestas que me dieron mucha preocupación», declaró Rousseff, en una rueda de prensa sorpresa antes del debate. La presidente criticó el programa económico de la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) en temas como las industrias naval, petrolera y automotriz, que según ella, serían abandonadas por su oponente.

Silva, que está siendo presentada como una liberal en la política, propone revisar las políticas proteccionistas. Según Rousseff, esa propuesta puede generar desempleo. «No fui electa para desemplear o reducir la importancia de la industria», declaró la mandataria, que informa haber creado 5 millones de vacantes en su gestión.

La presidenta también viene cuestionando las posiciones de Silva, a la que ha llamado «evangelista fervorosa» en temas como el aborto y el matrimonio homosexual, después de que la socialista cambiara la frase «casamiento gay», por «unión civil», que atribuyó a un error de edición.

Este asunto ha sido el pretexto para un ataque en masa de los petistas contra la candidata evangelista, a pesar de que Rousseff ha rectificado varias veces tanto en el tema del aborto como en el de los homosexuales.

El otro oponente de Silva es Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), al que se le escurre el segundo lugar y que puede dejar a su grupo en el peor resultado en dos décadas, si se confirman las encuestas. Neves critica la falta de experiencia de Silva y la falta de profundidad en sus propuestas.

El segundo debate presidencial sigue el tono de la prensa, que salió de la luna de miel con la candidata verde y pasó a deconstruir diariamente sus propuestas de «nueva política», cobrándole lo que hará en la economía, y en temas en los que es conservadora.

El columnista económico Merval Pereira, del diario O Globo, dijo que la «nueva política» de Silva es arriesgada. «La nueva política surfea en una ola de antipolítica, llega al liderazgo de la disputa presidencial sin estructura partidaria sólida ni apoyos institucionales de peso», señaló.

El diario Folha de São Paulo, organizador del segundo debate, informaba el lunes, que Silva toma sus decisiones políticas basadas en la Biblia.