Marina Silva sube en las encuestas y empataría con Dilma Rousseff

«El país ya no está frente a una «Ola Marina», sino ante el surgimiento de un tsunami electoral», comentó Josias de Souza, analista político de Folha de São Paulo, sobre la encuesta.

Los diarios locales han informado que este sondeo hizo saltar las alarmas en los dos principales partidos del país. Los dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) temen que si la tendencia se confirma, Silva gane en primera vuelta. Los oposicionistas del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que gobernó el país entre 1994 y 2002, temen que su candidato, Aécio Neves, desaparezca de la elección, y con él, la representatividad del partido.

Neves es quien más ha perdido votos frente a Silva, en una ola de voto útil con el PT, cayendo del 20% al 15%. El PT de Rousseff ya se acerca a su techo del 30%.

Según Datafolha, el avance de la ambientalista fue empujado por «una tasa récord de electores sedientos por cambio», que llega a un 79%, tres puntos más que el porcentaje registrado en diciembre del 2002, cuando el entonces oposicionista Lula da Silva ganó las elecciones.

El desempeño de Marina Silva sorprende porque su campaña de propaganda gratuita electoral es ínfima en comparación a sus dos adversarios, apoyados en coaliciones más amplias y fuertes. Por otro lado, la candidata prácticamente no recibió fondos para financiar su campaña. Su estrategia ha sido aprovechar los espacios en entrevistas y en el debate televisivo, así como aprovechar redes sociales y tecnologías de transmisión en vivo por internet.

Especialistas descartan que los votos de Marina hayan sido generados por la conmoción con la muerte de su antecesor, Eduardo Campos, fallecido hace dos semanas en un desastre aéreo . Los votos de Silva recuperan los 20 millones de votos de las elecciones del 2010, en las que llegó al tercer lugar con un 19%, y gana el apoyo de los descontentos con la política tradicional, que salieron a las calles en las manifestaciones del año pasado.

El viernes, Silva presentó su programa con algunos puntos polémicos entre los electores conservadores, que son parte de su base, siendo ella evangelista. El programa tiene un capítulo dedicado a las garantías de los derechos homosexuales, lo que puede provocarle un desgaste entre un grupo que representa un 20% de electorado, pero al mismo tiempo traerle votos progresistas.