Obama confirma una estrategia «a largo plazo» y aumenta los bombardeos en Irak

El presidente confirmó además la recuperación de la presa de Mosul por las fuerzas iraquíes y kurdas, lo cual calificó de «paso adelante» en los esfuerzos tanto de Bagdad como de Estados Unidos, por acabar con la presencia de EI en el norte de Irak.

Las fuerzas militares estadounidenses atacaron hoy de nuevo posiciones del grupo yihadista cerca de la presa con al menos 15 operaciones aéreas usando cazas, bombarderos y aviones no tripulados, según informó el Mando Central estadounidense (CENTCOM). Los ataques acabaron con nueve posiciones de combate, un puesto de control, seis vehículos armados, un vehículo blindado y otro equipado con artillería antiaérea, según precisaron las mismas fuentes militares.

«Las fuerzas iraquíes y kurdas tomaron la delantera en el terreno y lo consiguieron con coraje y determinación«Si hubiese caído esa presa, podría haber tenido consecuencias catastróficas, con inundaciones que amenazaran la vida de miles de civiles y podrían haber puesto en peligro nuestra embajada en Bagdad», advirtió Obama en su intervención. «Las fuerzas iraquíes y kurdas tomaron la delantera en el terreno y lo consiguieron con coraje y determinación. Así que esta operación demuestra que las fuerzas iraquíes y kurdas son capaces de trabajar juntas y luchar contra EI. Si continúan haciéndolo, tendrán el firme apoyo de los Estados Unidos de América», aseveró el mandatario.

Pese a que las tropas kurdas ya recibían apoyo del Gobierno de Bagdad en forma de armas, la victoria conjunta de los soldados iraquíes y los «peshmergas» (como también se denomina a las fuerzas kurdas) ejemplifica la superación del bloqueo político que padecía el Gobierno central antes de la retirada del primer ministro saliente, Nuri al Maliki, el pasado jueves.

La presa de Mosul es una de las principales reservas estratégicas de agua de Irak, con una capacidad de varios millones de metros cúbicos y está localizada a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán iraquí.

«A pesar de que hemos trabajado para ayudar a muchos miles de yazidíes, cientos de miles de iraquíes han sido desplazados por la violencia de EIAsimismo, Obama anunció la construcción de «una coalición internacional» para proveer de ayuda a los iraquíes a nivel humanitario, en la que ya están colaborando junto a Washington los gobiernos de Reino Unido y Francia. «A pesar de que hemos trabajado para ayudar a muchos miles de yazidíes escapar del asedio en el Monte Sinyar, cientos de miles de iraquíes han sido desplazados por la violencia de EI, y muchos más están todavía en riesgo», dijo.

«En el futuro, Estados Unidos trabajará con el gobierno iraquí, así como con socios como el Reino Unido, Canadá, Francia, Italia y Australia para llevar comida y agua a las personas necesitadas y aliviar a largo plazo a las personas que han sido expulsadas de sus hogares», agregó.

Por otra parte, el presidente estadounidense insistió en que «su primer objetivo» es lograr «un aliado sobre el terreno» en referencia a la creación y consolidación de un nuevo gobierno de unidad en Irak, cuyo primer paso se dio la semana pasada con el nombramiento del nuevo primer ministro, el chiíta Haidar al Abadi. «Cuando se trata de la seguridad de nuestra gente y nuestros esfuerzos contra un grupo terrorista como EI, necesitamos estar juntos para resolverlo», subrayó.

«No piensen que porque hemos participado en los ataques aéreos para proteger a nuestro pueblo ahora es el momento de levantar el pie del acelerador y volver a la misma clase de disfunción que tanto ha debilitado el país en general», aseguró Obama.

Desde hace más de una semana, Estados Unidos apoya con bombardeos desde el aire a las tropas kurdas e iraquíes en la recuperación de los territorios en el norte de Irak, lo que les ha ayudado a arrebatar al EI el control de ciudades como Gwer, Majmur y, más recientemente, Jatara, Batnaya, Tel Adas, Almanara, Baqufa y Telesqof.

Sin embargo, pese a los progresos contra los yihadistas, Estados Unidos insiste en que deberán ser los iraquíes, a través de la consolidación de un gobierno inclusivo, quienes tomen las riendas de la situación y defiendan su territorio de los radicales.