¿Por qué Hillary Clinton critica ahora a Barack Obama?

Hace unos meses la publicación de su biografía, «Decisiones difíciles», trajo consigo toda clase de interpretaciones puesto que trataba temas tan polémicos como su gestión de la crisis libia o uno de los capítulos más oscuros de su vida privada, el caso de Mónica Lewinsky. Es más, para la promoción del libro, Clinton se introdujo en una gira que para muchos fue como si ya estuviera en campaña. En ella logró dar forma a un personaje propio al margen de su marido y de su etapa como Primera Dama.

Ahora parece que ha dado un paso más con sus recientes declaraciones sobre la postura de Obama en Siria y sobre la que ha sido la característica clave en la gestión de la política exterior del presidente: la cautela. De hecho, criticó con dureza el lema que Obama usó para articular su gestión externa: «No hacer estupideces». «Las grandes naciones tienen que organizar sus principios y "no hacer estupideces" no es un principio de organización», declaró Clinton en una entrevista en la revista « The Atlantic ».

No son unas palabras sin más puesto que desde que Hillary Clinton dejó el Departamento de Estado se había centrado en reiterar su fidelidad al que fuera su rival electoral en el año 2008 y en ensalzar su trabajo conjunto. Es más, llegan en un momento crítico para Obama, cuya popularidad está por los suelos, y que se enfrenta a varias crisis internacionales incluyendo el que ha sido por excelencia el capítulo de la historia estadounidense que se ha empeñado en cerrar: Irak .

Sin embargo, Clinton también tiene un pasado y la respuesta por parte del bando de Obama no ha tardado en llegar. David Axelrod, ex consejero y miembro de la campaña del presidente en 2008 expuso la réplica en Twitter: «Sólo para aclarar: 'No hacer estupideces' quiere decir cosas como ocupar Irak -medida que Clinton apoyó-, que fue una decisión trágicamente mala». De ahí que, una vez vista las reacciones que ha generado, Hillary se haya apresurado a aclarar -llamada al propio Obama incluida- que sus comentarios no son un ataque ni a su liderazgo ni a sus políticas.

Con todo, lo que sí ha hecho Clinton cinco años después, es recuperar los argumentos con los que se enfrentó a Obama en 2008 y mostrar lo que los más críticos con la administración actual estadounidense han pedido en crisis recientes como la de Siria: más «mano dura» ya que nunca ha ocultado su férrea defensa de una política exterior más agresiva.

De momento, desde la Casa Blanca se asegura que Obama valora la opinión de su ex secretaria de Estado y, por su parte, el portavoz de Clinton pone énfasis en lo apuntado anteriormente: «Ha celebrado reiteradamente los logros significativos de la presidencia de Obama, de la que está orgullosa de haber formado parte (...) aunque tuvieron diferencias en algunos asuntos como el desafío planteado por Siria, Clinton ha explicado esas diferencias en su libro autobiográfico y en muchas ocasiones desde entonces». Habrá que seguir esperando para saber qué camino toma Hillary Clinton.