Obama advierte que los problemas de Irak no se solucionarán en sólo unas semanas
El presidente estadounidense asegura que norteamérica tiene un «interés estratégico» en contener el avance de los yihadistas: «No vamos a dejarles que creen un califato en Siria e Irak»
abc
El presidente de EEUU, Barack Obama , no permitirá a los yihadistas del Estado Islámico (EI) imponer un califato en Irak y Siria, aunque limitará la intervención militar de su país mientras los distintos grupos étnicos y religiosos locales no logren acuerdos para tener estabilidad ... a largo plazo.
«Este problema no se va a resolver en cuestión de semanas. Va a hacer falta algo de tiempo», reconoció Obama ante los medios en su primera rueda de prensa tras ordenar ataques aéreos selectivos contra las posiciones del Estado Islámico, cuyo avance en Irak ha sorprendido a los expertos por su velocidad.
Obama ha informado de que los bombardeos, hasta el momento, han destruido posiciones de los milicianos en Erbil (norte de Irak) y el paso siguiente es la creación de un corredor humanitario para la población civil que se ha visto obligada a desplazarse a las montañas Sinjar. Allí se han refugiado unos 15.000 yazidíes para escapar del avance de los milicianos.
«No vamos a darnos un calendario concreto. Vamos a permanecer vigilantes», ha hecho saber el presidente, quien reiteró su llamamiento a la unificación al actual Gobierno iraquí. «Todas las comunidades iraquíes se encuentran amenazadas por estos bárbaros terroristas», ha añadido.
En una entrevista publicada este sábado por el diario The New York Times, dedicada en gran parte a la situación en Oriente Medio, Obama subraya que Estados Unidos tiene «el interés estratégico de hacer retroceder al EI. No vamos a dejarles crear un califato en Siria e Irak, pero solo podemos hacerlo si sabemos que tenemos socios sobre el terreno que son capaces de llenar el hueco».
«No quiero dedicarme a ser la fuerza aérea iraquí», señaló Obama, haciendo hincapié en que es fundamental que los propios iraquíes se hagan cargo de la situación.
El presidente estadounidense aseguró haber aprendido una «lección» en Libia, donde lamenta que la intervención internacional se quedase a medias y no hiciese un «esfuerzo más agresivo para reconstruir unas sociedades que no tenían ninguna tradición cívica».
«Esa es la lección que ahora aplico cada vez que pregunto '¿deberíamos intervenir militarmente?' '¿Tenemos una respuesta para el día siguiente?», ha añadido.
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