EE.UU. enviará a Irak a 300 miembros de sus fuerzas de élite
Obama anuncia que la misión esencial de esas tropas será asesorar al Ejército iraquí
javier ansorena
El presidente de EE.UU. aseguró ayer que las fuerzas armadas estadounidenses «no van a volver a combatir en Irak». Hasta tres veces repitió esta afirmación Barack Obama, que comparecía ante los medios de comunicación en la Casa Blanca tras reunirse con su equipo de ... seguridad nacional.
Sin embargo, el mandatario también anunció que EE.UU. enviará un contingente de hasta 300 «asesores militares» a Irak para «evaluar cómo entrenar, asesorar y apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes de la mejor forma posible». Obama también anunció que crearán «centros de operaciones conjuntos en Bagdad y en el Norte de Irak, para compartir inteligencia y coordinar la planificación para enfrentarse a la amenaza terrorista del EIIL», el Estado Islámico de Irak y el Levante .
En las últimas semanas, este grupo de insurgentes suníes ha tomado ciudades importantes como Mosul y Tikrit y se ha hecho con el control de la refinería de petróleo de Baiji, la mayor del país. Su presión hacia el resto de zonas de Irak, incluido Bagdad, forzó al Gobierno de Irak, presidido por Nuri al Maliki , a pedir a EE.UU. que bombardee posiciones de los yihadistas.
«No hay una solución militar para Irak, y, con certeza, no hay una solución militar dirigida por EE.UU», respondió Obama, que apostó por hacer esfuerzos diplomáticos para mejorar la estabilidad política en Irak y conseguir un Gobierno inclusivo con los sectores chiíta, suní y kurdo y por mejorar la inteligencia para ayudar a las fuerzas armadas locales a combatir a los extremistas islámicos. Sin embargo, en otra muestra de la fluidez del discurso de Obama, el presidente aseguró que EE.UU. estará preparado para «tomar acciones militares específicas y precisas si determinamos que la situación en el terreno lo requiere. En ese caso, lo consultaremos con el Congreso y con los líderes de Irak y de la región».
Presión sobre Maliki
Obama insistió en que no habrá una solución a la posible guerra civil en Irak si no se fortalece el proceso político en el país. Las recientes elecciones en Irak podrían ser una oportunidad «para comenzar un diálogo genuino y que forje un Gobierno que represente los intereses legítimos de todos los iraquíes», dijo. En las últimas horas, los medios estadounidenses han publicado que la Administración Obama ha presionado para forzar la salida del líder chiíta Maliki, a quien se ve como un obstáculo en conseguir un Gobierno más inclusivo. Nabil al-Khashab, asesor político del líder del mayor partido político suní, Usama Nujaifi, aseguró a ‘The New York Times’, que el embajador de EE.UU., Robert S. Beecroft, y Brett McGurk, un alto funcionario del Departamento de Estado, se habían reunido con Nujaifi y Ahmad Chalabi, un candidato chiíta a primer ministro, y les dijeron que «no querían que Maliki siguiera».
«Nuestro trabajo no es elegir a los líderes iraquíes», respondió ayer Obama, pero insistió en que Maliki «o cualquier otro líder que aspire a dirigir el país» tiene que tener un programa en el que se respeten los intereses de suníes, chiíes y kurdos. «Ahora mismo hay demasiada sospecha y desconfianza», dijo Obama sobre la gestión de Maliki.
Preguntado por qué evitar la guerra civil en Irak está dentro de los intereses sobre seguridad nacional de EE.UU., Obama respondió que no sólo deben hacerlo por «razones humanitarias», sino por el riesgo que tiene de desestabilizar la región y de promover el terrorismo. «Debemos asegurarnos de que no se convierte en un santuario para el avance del EIIL y otros grupos extremistas yihadistas», que podrían usar Irak para planear y dirigir ataques contra EE.UU. o sus aliados, defendió Obama.
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