Poroshenko llama a Putin para quejarse de la entrada de tanques rusos en Ucrania
Kiev, Washington y Varsovia han denunciado repetidamente la infiltración en territorio ucraniano de mercenarios enviados desde Rusia
RAFAEL M. MAÑUECO
El plan de paz que parecía haber empezado a abrirse paso tras la toma de posesión del nuevo presidente ucraniano, Piotr Poroshenko , había quedado aparcado y ahora totalmente olvidado después de que las autoridades de Kiev detectaran ayer la entrada de vehículos acorazados rusos ... a través de la frontera. Ante tal situación, Poroshenko reunió a la cúpula de las Fuerzas de Seguridad y telefoneó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y a la canciller alemana, Angela Merkel.
Según el ministro de Interior, Arsén Avákov, «hemos detectado el paso a través de la frontera desde el lado ruso una columna de blindados, piezas de artillería y tres tanques». Avákov precisó que los tres carros acorazados aparecieron ayer por la mañana en la localidad de Snézhnoye (región de Lugansk) y dos de ellos continuaron después en dirección a Gorlovka (región de Donetsk), en donde entraron en combate con unidades del Ejército ucraniano. Uno de ellos fue filmado y la grabación colgada después en Youtube. Eran T-72 y, según el ministro, «no disponemos de ese tipo de tanques en nuestras Fuerzas Armadas».
Kiev, Washington y Varsovia han denunciado repetidamente la infiltración en territorio ucraniano de mercenarios enviados desde Rusia y de camiones con armas y munición, pero hasta ahora nada se había dicho de la entrada de material blindado. Las tanquetas que utiliza la milicia separatista parece que fueron arrebatadas a las tropas ucranianas o se las entregaron los desertores.
Después de reunir a su célula de crisis y hablar con Biden y Merkel, Poroshenko llamó a Putin, a quien le dijo que el incidente de los tanques es «inadmisible» . Así lo aseguró Sviatoslav Tsegolko, portavoz de la Presidencia ucraniana. El jefe del departamento de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, sin embargo, informó de otra manera. Dijo que «el presidente de Ucrania comunicó a Vladimir Putin su plan para solucionar las cosas en el sureste ucraniano».
Poroshenko ha subrayado desde el principio que el paso previo para cualquier arreglo consiste en que los rebeldes prorrusos depongan las armas y así se lo hizo saber a Putin la semana pasada en Normandía. «Estamos a la espera de una respuesta de la parte rusa, pero, por ahora, sólo hemos tenido más tensión en la frontera oriental y el apoyo de Rusia a los separatistas con hombres y armamento», se lamentó ayer el ministro de Exteriores ucraniano, Andréi Deshitsa.
Sin embargo, Moscú cree que el primer paso lo tiene que dar Ucrania cesando la operación militar contra los sublevados y retirando sus tropas del este del país. En este sentido, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció ayer que Rusia remitirá al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución sobre Ucrania para lograr un alto el fuego.
Kiev deberá además liquidar la deuda que tiene con el gigante energético Gazprom antes de las 10 de la mañana del próximo lunes, ya que, de no hacerlo así, la compañía rusa pasará al régimen de prepago y suministrará a Ucrania solamente el volumen de gas que haya abonado previamente.
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