Mueren cuatro policías en el ataque a la casa del ministro del Interior de Túnez

El líder de los islamistas de Túnez, Rachid Ganuchi , reconocía en entrevista a ABC este lunes que el principal objetivo que han de fijarse es precisamente el de la lucha contra el terrorismo. El pais vivió picos de tensión y violencia superiores a los actuales en 2012 y 2013, pero hay un sector radical del islamismo y del entorno de Al Qaida incluso que sigue sin darse por vencido en su intento por desestabilizar la revolución e imponer la versión más estricta de la «sharía» (Ley islámica).

«Nos van a hacer daño, pero no nos van a vencer», ha dicho el primer ministro, Mehdi Jomaa, poco después del ataque contra la residencia del ministro del Interior, Lofti Ben Jeddou, en Kasserine (centro del país). El Ministerio ha informado que fueron una decena los atacantes y que, además de matar a los cuatro agentes, dejaron otros dos heridos. Uno de los policías heridos declaró a la radio Mosaique FM que los terroristas llegaron a bordo de un vehículo y comenzaron a disparar al grito de «Alá es grande».

Ben Jeddou dijo a la emisora Shems FM que el país «está en guerra contra el terrorismo y hay que estar dispuesto a sufrir algunas pérdidas». Se refirió al grupo que atacó su casa como gente «aguerrida» y «bien entrenada». Uno de ellos, añadió, es un ex combatiente de la guerra de Malí y otro había participado recientemente en la decapitación de un agente en Túnez. Dijo que la acción es una «venganza» por los avances que han experimentado contra esos yihadistas.

El ministro tiene fijada su residencia habitual en la capital tunecina, pero su esposa y sus hijos residen en Kaserine, próxima a la frontera de Argelia y al infausto monte Chaambi , donde desde hace meses elementos terroristas desafían a las autoridades locales. Varias decenas de miembros de las Fuerzas de Seguridad han perdido la vida en la zona en los últimos meses tratando de hacerles frente.