Netanyahu promete más mano dura contra los ataques a árabes

«Vamos a atrapar a los responsables» comentó Netanyahu este miércoles ante una delegación de Árabes israelíes y Drusos del partido Likud, «por que este es uno de nuestros objetivos principales, ya que este tipo de actos van en contra de nuestros valores».

Este fenómeno, conocido en Israel como Price Tag, no es nuevo, pero en los últimos años el número de actos vandálicos contra propiedad palestina, activistas israelíes de izquierdas e incluso a veces contra el mismo ejército israelí, ha aumentado de forma exponencial. Los activistas de extrema derecha que los llevan a cabo lo hacen como una manera de protestar lo que ellos consideran es una política gubernamental demasiado pro palestina. Esta semana, en dos ataques perpetrados en días diferentes, una mezquita del pueblo de Furadis, en el norte de Israel fue cubierta de pintadas con la estrella de David y las ruedas de más de 20 coches aparecieron pinchadas y los vehículos recubiertos de grafitis racistas.

El miércoles, en otro ataque, el coche de un vecino árabe de Yoqneam, cerca de Nazaret, también fue vandalizado cuando el dueño se marchó apenas una hora. Cuando volvió, las ruedas del coche habían sido pinchadas y los vándalos también dejaron varias estrellas de David pintadas en la carrocería. Según datos de la policía israelí, es el quinto ataque en este pueblo en los últimos meses.

Este tipo de actos vandálicos, que hace más de ocho años ocurrían en sólo en Cisjordania, se han extendido en los últimos tres años a ciudades y pueblos con población árabe, ya sea musulmana o cristiana. Las iglesias y monasterios tampoco se libran de estos Price Tags y a principios de abril un monasterio cerca de Jerusalén también amaneció con estrellas de David en los muros y grafitis racistas.

A pesar de las promesas de Netanyahu de encontrar a los responsables, los vecinos árabes de Israel se muestran escépticos ante lo que perciben como desidia gubernamental.

«Nunca hacen nada, prometen y prometen que van a encontrar a estas personas y luego nunca se resuelve ningún caso por que en el fondo no tienen interés ni quieren destinar recursos a estos ataques» se quejaba un vecino de Yoqneam a la televisión israelí el miércoles.

En Cisjordania la crispación de los palestinos es todavía mayor, ya que no se ha conseguido llevar a cabo ni un solo arresto de todos los actos vandálicos que se han cometido desde que comenzara este fenómeno en 2008.

Según datos de la ONU, los ataques de este tipo contra los palestinos se han cuadruplicado en los últimos ocho años, con 115 registrados en 2006 y 399 en 2013.