Buteflika solo lee una página de los diez folios de discurso al jurar su cargo
El presidente, enfermo y en silla de ruedas, afronta con 77 años su cuarto mandato como jefe de Estado argelino en medio de serias dudas de que esté capacitado para ello
Buteflika solo lee una página de los diez folios de discurso al jurar su cargo
Sentado en una silla de ruedas y a sus 77 años de edad, Abdelaziz Buteflika juró ayer por cuarta vez su cargo de presidente de Argelia. La voz del mandatario, con su mano derecha sobre el Corán, se escuchó débil en la retransmisión en ... directo que llevó a cabo la televisión oficial. De los diez folios de discurso oficial que repartieron a los presentes, el presidente solo pudo leer uno, según el bien informado diario electrónico «Tout sur l`Algerie» (Todo sobre Argelia).
En sus breves palabras dijo que afronta este periodo como «un sacrificio por la patria» y añadió que la «estabilidad» es el primer reto, en referencia a los terroristas que siguen amenazando el país y que han extendido sus tentáculos por buena parte del contienente africano. Como jefe de Gobierno Buteflika apuesta además por la continuidad y recuperó ayer como jefe del Gobierno a Abdelmalek Sellal , que ha sido su jefe de campaña y que ya ocupara ese puesto desde 2012 hasta el pasado marzo.
¿Será capaz de afrontar Buteflika con garantías este hombre enfermo los próximos cinco años como jefe del Estado argelino? Hay serias dudas en un país en el que la vieja guardia política que el país heredó de la durísima guerra de independencia obtenida en 1962 no encuentra recambios en la nueva hornada de líderes. Eso -y por supuesto el control de gran parte del aparato oficial- es lo que ha hecho que «Butef» gane con más del 81 % de los sufragios en medio de un mar de críticas a pesar de haber desaparecido prácticamente de la esfera pública.
Boicot opositor
Que haya habido cierta mejora en su estado de salud, pues estuvo desaparecido durante meses y llegó a ser dado casi por muerto, no significa que se encuentre apto para dirigir el país, opina «Tout sur l`Algerie» .
El principal grupo opositor en el parlamento, «Argelia Verde», de corte islamista, consideró una «farsa el acto, por eso lo boicoteó, según un comunicado, informa Efe. Tampoco acudieron los opositores laicos del Frente de Fuerzas Socialistas (FFS).
Buteflika sufrió en 2013 un ictus que lo mantuvo durante semanas en un estado grave en un centro médico de París. Para sorpresa de muchos -que lo veían y lo siguen viendo incapaz de llevar las riendas del país- decidió presentarse a las elecciones, que ganó de manera amplia el pasado 17 de abril en unas elecciones en las que no participó el 50 por ciento de los votantes.
El presidente tiene por delante cinco años frente a una población descontenta, especialmente los jóvenes, que ven cómo sus promesas siguen siendo incumplidas y el desempleo juvenil triplica al que afecta a mayores de 25 años. Lejos quedan los anhelos de reparto de riqueza soñado por la mayoría tras la cota de estabilidad que alcanzó el país después de los más de 200.000 muertos de la guerra civil de casi una década con la que cerraron el siglo XX.
Pase lo que pase la economía de Argelia va a seguir dependiendo del sector de los hidrocarburos, protagonista en más de un 96 por ciento de sus exportaciones. En materia de seguridad, Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) grupo terrorista nacido de anteriores bandas yihadistas argelinas pero que hoy se ha extendido a otros países del Magreb y el Sahel sigue siendo una seria amenaza regional.
Relaciones con Marruecos
Buteflika también tendrá por delante el desafío de estabilizar unas complicadas relaciones bilaterales con su vecino del oeste, Marruecos. Su frontera terrestre cerrada desde hace veinte años es señal de las posturas en torno al enquistado problema del Sahara Occidental no se mueve un ápice. Nada hace presagiar un giro brusco en la situación a pesar de la formalidad que ha supuesto la felicitación enviada a Buteflika, circunstancialmente nacido en Uxda (Marruecos) en 1937, por el rey Mohamed VI tras su victoria electoral.
En cuanto a España, que importa casi la mitad de su gas de este país magrebí , habrá que estar especialmente pendiente de cuanto ocurra en Argelia sobre todo por la crisis abierta en el este de Europa en torno al conflicto ucraniano. Argelia no solo es un abastecedor esencial de gas para España sino que puede convertirse en un suministrador más clave todavía por su situación geográfica si las tensiones entre Moscú y Kief se agravan. El gas ruso supone el 30 por ciento del que importa Europa y España cuenta, además, con siete de las 21 regasificadoras del contienente.
Argelia es un país con 2,4 millones de kilómetros cuadrados, unas cinco veces más que España, y una población de 37 millones de habitantes, diez millones menos que España.
Noticias relacionadas
Ver comentarios