¿Por qué ha fracasado Hollande?
El presidente galo consume su crédito entre los franceses en menos de dos años
¿Por qué ha fracasado Hollande?
A la actriz Ava Gardner, entre la sincera reflexión personal y la malvada ironía etílica, le gustaba pontificar que Hollywood le había dado todo lo que necesitaba. Los resultados de la segunda ronda de comicios municipales celebrada este domingo en Francia parecen ... confirmar que el presidente François Hollande también se ha empeñado en todo aquello que los franceses no necesitan. Y en reciprocidad, los votantes han optado este domingo por cualquier otra opción política antes que respaldar a los socialistas para recoger sus basuras y similares responsabilidades en los más de 36.000 ayuntamientos de Francia.
El Frente Nacional logra una base política para mayores márgenes de victoriaLos resultados demuestran que el centro-derecha ha crecido, la extrema derecha también ha subido, y hasta una abstención del 36 ciento parece haber sido una opción más atractiva. Cualquier cosa antes que revalidar en las urnas la gestión del partido que ocupa la presidencia de Francia. En la política de Estados Unidos, un presidente de salida es conocido como un «pato cojo» (lame duck). Y en el caso de Francia, con mandatos reducidos a cinco años, todo hace indicar que Hollande se ha convertido hace ya tiempo en un pato confitado, sobre todo por su incapacidad a la hora de plantear un necesitado plan creíble para la recuperación económica de Francia.
Las pérdidas sufridas por los socialistas en estas elecciones municipales merecen galicismos como debacle (débâcle). En total, se han quedado sin el control de 155 gobiernos municipales, que en su mayor parte van a ser gestionados a partir de ahora por la oposición de centro-derecha. Entre las derrotas más emblemáticas figura la alcaldía de Toulouse, que los socialistas consideraban en sus cálculos electorales menos fantasiosos como una plaza segura.
Giro copernicano
Este tsunami electoral ha llegado hasta Roubaix y Tourcoing, dos localidades industriales del norte con merecida fama de bastiones para la izquierda. Los efectos devastadores se extienden por buena parte de la elegante geografía municipal de Francia: Amiens, Caen, Tours, Reims y Limoges, donde no han roto plato sin gobierno municipal de izquierdas desde 1912. Hasta en la mismísima región de París, municipios como Villejuif, gobernados por los comunistas desde la Segunda Guerra Mundial, han protagonizado un giro político copernicano.
Con diferencia, el gran beneficiario de todas estas frustraciones y una alta tasa de abstención ha sido el centro-derecha liderado por la UMP (Union pour un Mouvement Populaire), el partido de Nicolas Sarkozy que ahora dirige Jean-François Copé. La derecha «mainstream» ha sumado un 46 por ciento del voto, comparado con el 40 por ciento logrado por socialistas, verdes y otras partidos de izquierda. Lo que en la realidad local de Francia significa 572 alcaldías para los conservadores en municipios con más de 10.000 habitantes, frente a los 349 que controla la izquierda. Es decir, un vuelco completo si se compara con los resultados obtenidos en 2008.
El segundo pero distante ganador en estas municipales franceses ha sido el Frente Nacional y su extremo populismo. La formación liderada por Marine Le Pen ha sumado una docena de alcaldías al ayuntamiento de Hénin-Beaumont, que ganó directamente en la primera ronda de votaciones celebrada el 24 de marzo. Entre estas plazas figuran Fréjus, Béziers (donde ha triunfado Robert Ménard, fundador de Reporteros Sin Fronteras) y Villers-Cotterets, junto a una cadena de pequeños pueblos y un gran suburbio de Marsella. Aunque estos éxitos, fruto de un 7 por ciento del voto, no han llegado hasta el ayuntamiento de Perpiñán o Forbach, donde se presentaba el numero dos del Frente Nacional, Florian Philippot.
«Ola azul»
A pesar de todo, el partido fundado por Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine, ha obtenido un resultado sin precedentes, con aproximadamente un millar de concejales electos. Lo que se considera como una base política sustancial para mayores márgenes de victoria en futuras citas con las urnas, empezando por los comicios al Parlamento Europeo convocados para mayo y con sondeos que presentan al Frente Nacional empatado con la UMP.
La gran excepción a esta «ola azul» habría sido la elección de la socialista y gaditana Anne Hidalgo como primer alcaldesa de París . Una ciudad a la que le faltan tan solo dos letras para ser un «paraíso» pero cuyo empeño por ser diferente debe formar parte de su encanto, como demuestra el triunfo de la UMP en buena parte de los municipios que rodean a la capital.
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