Crimea engrasa la maquinaria para una farsa de referéndum
La consulta se celebra bajo la fuerte presencia de soldados y paramilitares rusos
mikel ayestaran
«Vivo en Sebastopol, nunca me han prohibido hablar en ruso y ahora me siento amenazada sólo por apoyar la paz y estar en contra de la guerra», escribe Olga en la libreta de este enviado especial en una calle central de Simferopol mientras un ... grupo de ciudadanos observa los carteles de propaganda sobre el referéndum de independencia en los que se describen los (buenos) sueldos que les esperan en cuanto pasen a formar parte de la Federación Rusa.
Olga no se atreve a alzar la voz y por eso escribe para desahogarse en medio de un clima de creciente fervor ruso. Más que un referéndum, el domingo se celebrará un plebiscito por aclamación de apoyo a la anexión a Rusia en un lugar donde no hay espacio para una campaña que diga lo contrario.
Los ciudadanos de origen ruso son mayoría en la península (60 por ciento), frente a las minorías ucraniana (24 por ciento) y tártara (12 por ciento). «Pero a las buenas nunca hubiera sido posible organizar la consulta, Kiev no lo habría permitido. Por eso hemos tenido que recurrir a la fuerza, de lo contrario ya tendríamos aquí a sus fascistas para cortarnos el cuello», opina Yuri Meshkov , primer y único presidente de Crimea que después de un exilio forzado de 19 años –en los que solo pudo realizar una fugaz visita en 2011- está de regreso y tiene aspiraciones políticas. Sus ideas de acercamiento a Rusia le costaron el puesto y el castigo de Kiev, pero ahora es libre de volver porque quien impone la ley en Crimea es Moscú.
La fuerte presencia de soldados rusos y de paramilitares cosacos llegados también del otro lado de la frontera han llevado a la comunidad internacional y al gobierno de Kiev a no dar legitimidad a la consulta por desarrollarse bajo ocupación armada. La justificación de las autoridades regionales es la necesidad de defenderse de los grupos ultranacionalistas que han llegado al poder tras la revuelta en la plaza de la Independencia, por eso en las calles de la península se repiten los carteles en los que Ucrania aparece cubierta por una gran esvástica.
Dos preguntas
Pese a la negativa frontal del ministerio de Justicia, que considera ilegal el proceso, la maquinaria está en marcha y la comisión electoral trabaja sobre el registro de votantes de las elecciones parlamentarias de 2012, en las que el Partido de las Regiones de Víctor Yanukovich obtuvo la victoria.
Se han imprimido más de 1,5 millones de papeletas en las que figuran las dos opciones entre las que deberán elegir los ciudadanos: «¿Aprueba usted la reunificación de Crimea con Rusia como miembro de la Federación de Rusia?» o «¿Aprueba usted la restauración de la Constitución de Crimea de 1992 y el estatuto de Crimea como integrante de Ucrania?» Las autoridades regionales abrirán 1.204 colegios.
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