Mario Monti: «España ha ido más lejos que Italia en las reformas estructurales»
Ahora, desde la barrera, el ex primer ministro italiano muestra su admiración por el ímpetu reformista de Rajoy y advierte a Renzi: «Italia no puede hacer grandes gastos»
Mario Monti: «España ha ido más lejos que Italia en las reformas estructurales»
Hace poco más de dos años Mario Monti era el primer ministro de una Italia al borde del precipicio y uno de los actores protagonistas en la tormenta financiera que sacudía Europa. Ahora, apartado del poder por los siempre turbulentos avatares de la política ... italiana, aporta la voz de su experiencia en un encuentro organizado en Madrid por el Instituto Berggruen y la Casa de América, donde se encontró con ABC. Ya no gobierna, pero mantiene la agenda repleta y su nombre suena como candidato a presidir la Comisión Europea.
-El nuevo primer ministro Matteo Renzi ha anunciado un ambicioso plan de Gobierno. ¿De dónde va a sacar el dinero para llevarlo a cabo?
-Algunos planes ambiciosos requieren dinero, pero hay otros muchos que no. O que requieren muy poco. Por ejemplo, el señor Renzi lleva algunos meses hablando de un gran plan para el empleo. Ahora que es primer ministro ha confirmado sus intenciones. Hay muchos objetivos en este ámbito que pueden ser muy difíciles de alcanzar, pero no porque necesiten mucho dinero. Me refiero a cambios en las leyes laborales, a su simplificación. El señor Renzi ha estado trabajando mucho y ha dicho que acometerá con urgencia la reforma del mercado de trabajo. Ciertamente, la situación presupuestaria del país se ha reconducido. Ahora es más sostenible gracias a la gran reforma de las pensiones que introdujimos en el primer mes de mi gobierno, pero en cualquier caso no nos permite grandes gastos. Estamos todavía en una situación de disciplina fiscal y creo que durará algún tiempo.
-¿Piensa que el Gobierno español ha concluido sus reformas o habrá más medidas?
-Yo creo que por su propia naturaleza las reformas estructurales nunca deben darse por concluidas, porque el contexto es continuamente cambiante. Pero estoy realmente impresionado por las que ha llevado a cabo con éxito el Gobierno español. Al inicio de este proceso, yo lo seguía todavía más de cerca porque me veía con frecuencia con el presidente Rajoy en los consejos europeos. Italia tuvo que ser mucho más rápida que España en su disciplina presupuestaria porque tenía y tiene una deuda más alta en relación con el PIB, así que no tuvimos mucho margen de maniobra en las dramáticas circunstancias de noviembre de 2011. Tuvimos que darle máxima prioridad a la reducción del déficit. Ahora estoy satisfecho porque Italia es el único país del sur de Europa que ha salido del procedimiento de déficit excesivo. Todos los países del sur, además de Francia, Bélgica y Holanda siguen en él, pero no Italia. Sin embargo, en términos de reformas estructurales, España ha ido más lejos que Italia.
-Usted representó una solución técnica en los peores momentos de la crisis de deuda. ¿Alguna vez oyó hablar en Bruselas de algún plan similar para España?
-No. Nunca tuve noticia de algo así, ni siquiera para Italia. No creo que Bruselas influya en la formación de los gobiernos nacionales, aunque, por supuesto, tenga mucha importancia la situación política y económica del país. Es cierto que en Italia y Grecia sus respectivos presidentes pidieron a primeros ministros no elegidos en las urnas la formación de gabinetes, pero yo nunca tuve noticia de que algo así se considerara para España, ni en Madrid, ni en Bruselas, ni en ninguna parte.
-España e Italia comparten el grave problema del desempleo juvenil.
-Este es uno de los temas más dramáticos que tenemos en diversos países de Europa. Efectivamente España e Italia destacan negativamente. La Unión Europea lo ha hecho uno de sus grandes objetivos de política económica y está dedicando importantes sumas de dinero a este asunto.
-¿Cuáles son las medidas que deberían adoptarse para combatirlo?
-Hablando sobre todo del caso italiano, estamos ante un problema que debe enfrentarse con muchas armas. Es necesario reestucturar todo el sistema académico y mejorar nuestra productividad para que los productos italianos se vuelvan más competitivos y se pueda crecer y crear empleo. Pero lo principal es acometer cambios en algunas leyes laborales y prácticas extendidas en el mercado laboral que producen una distorsión, ya que dan mayor protección a los trabajadores ya insertos. Los que buscan su primer trabajo resultan penalizados.
-Felipe González asegura que usted fue clave en la decisión del Banco Central Europeo de salvar el euro.
-Tuve que ver porque en los primeros meses de 2012 mi Gobierno estaba dando todos los pasos que el país necesitaba y que eran lo que recomendaba la UE. Italia se convirtió pronto en el país más elogiado por la Comisión. Sin embargo, las tasas de interés se reducían muy, muy despacio. Discutí el asunto con Mariano Rajoy, con François Hollande cuando llegó… por supuesto con la canciller Merkel, y con los primeros ministros de Finlandia y Holanda. Poco a poco los persuadimos. Alcanzamos un acuerdo que costó una larga noche de negociaciones en el Consejo Europeo en junio de 2012 para emitir un comunicado conjunto sobre la necesidad de estabilizar los mercados para los bonos de los países que seguían las recomendaciones de la Comisión. Yo creo que, al ser ese acuerdo unánime e incluir a Alemania, el presidente Draghi se sintió más cómodo para decir aquello de «haremos lo que haga falta para salvar el euro». Solo unas semanas despué llevaba al BCE a aprobar el programa de compra de bonos.
Ver comentarios