Maduro amenaza con que a partir del martes «no me para nadie»

Maduro ha superado con creces al fallecido Chávez en su estilo de insultar y culpar a los adversarios de los fracasos de su Gobierno. Ni siquiera cuando el Parlamento aprobó este jueves, en una primera votación, los poderes especiales , el mandatario ha pensado en moderar sus ataques. Todo lo contrario: «Ahora no me para nadie», afirma desafiante al ampliar la ofensiva en su declarada guerra contra los empresarios.

«Es una inmoralidad que quiera más poder cuando hay que quitárselo»Maduro lanzó su ofensiva contra la empresa privada -a la que tilda de «burguesía parasitaria», al mismo tiempo que llama «ladrones» a los comerciantes- tres semanas antes de las elecciones municipales del 8 de diciembre. Su intención es crear el caos y la anarquía, y así suspender los comicios porque se siente derrotado, según el líder opositor Henrique Capriles. Desde Anzoátegui, preguntó: «¿No les parece suficiente el poder que tienen? Me parece una inmoralidad que Nicolás Maduro quiera tener más poder, cuando lo que hay es que quitárselo porque está destruyendo Venezuela».

Siete meses después de llegar a la Presidencia en circunstancias electorales que han sido impugnadas por su rival Capriles (1,49 puntos de distancia entre ambos), Maduro se dispone legislar sin límites. Lo primero que hará, según ha adelantado esta semana, es promulgar el proyecto de Ley de Costos, Precios y Ganancias que impondrá a toda la cadena de producción y comercialización nacional. También endurecerá las penas contra los corruptos y especuladores.

Antes de conseguir los poderes especiales, el líder bolivariano creó 77 tribunales especiales y 50 fiscales para procesar a «corruptos y usureros». También ha encarcelado a 50 personas por «usura, especulación y alteración del orden público», anunció el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres. El ministro hizo balance de una semana de convulsión en los almacenes y centros comerciales por el llamamiento de Maduro de vaciar o saquear la cadena de tiendas de electrodomésticos DAKA.

Con esta ofensiva, Maduro logró que los comercios rebajaran hasta un 50% unos precios que, a su juicio, están inflados. «Voy a poner límites razonables y objetivos para las ganancias y los precios de los productos en Venezuela», aseveró. A continuación amenazó con extender este control a otros productos que se comercialicen en el país. A partir de ahora, el Gobierno de Caracas fijará unos márgenes de ganancias entre el 15% y 30%. También habrá un centro nacional de administración de las divisas, a través del cual el Ejecutivo centralizará la asignación y control de las divisas para las importaciones y los viajes.

«Manda un mensaje de fuerza que le sirve en la campaña electoral »Para Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis , la Ley Habilitante de Maduro va «no representa cambios en la capacidad de acción del Gobierno, ya la tenía». Pero acota que «sí manda un nuevo mensaje de fuerza y concentración de poder, que le sirve en campaña». El analista sostiene que los electores perciben la luz verde parlamentaria como «un éxito del chavismo, sin considerar la forma en que la logró». Los poderes especiales de Maduro son una «ventaja operativa», pues tras la primera sesión de la Asamblea «se acaban las discusiones sobre las leyes que plantean».

Para el presidente de la patronal Fedecámaras, Jorge Roig, las medidas de Maduro «traerán más inflación, desabastecimiento, desempleo y miseria a Venezuela. Tenemos una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento».

Los venezolanos hacen largas colas junto a las tiendas para comprar como si fuera el fin del mundo. Muchos están contentos con las rebajas, pero nadie sabe si esto supondrá más votos para los chavistas el próximo 8 de diciembre.