La producción de opio en Afganistán sube un 36 por ciento y marca un nuevo récord

[ Consulta aquí, en inglés, el informe completo ]

Yury Fedotov, director ejecutivo de UNODC, calificó de «aleccionadores» los resultados y aseguró que la situación supone una amenaza a la salud, estabilidad y desarrollo tanto en Afganistán como más allá del país asiático. «Lo que necesitamos es una respuesta integrada y exhaustiva al problema de las drogas. Los esfuerzos contra los narcóticos deben ser una parte sustancial de los planes de seguridad, desarrollo y creación de instituciones», alertó Fedotov.

El área de cultivo alcanzó las 209.000 hectáreas, frente a las 154.000 del año pasado, por encima del anterior récord, 193.000 hectáreas, establecido en 2007. La producción total alcanzó un valor de unos 950 millones de dólares, algo más de 700 millones de euros (lo que equivale al 4 por ciento del PIB de Afganistán), es decir, casi un 33 por ciento más. La UNODC advierte de que la cifra es aún mayor, pues hay que añadirle los beneficios de los traficantes.

Aunque por debajo de las cifras de 2012, el precio del opio ronda los 145 dólares (unos 108 euros) el kilo, lo que anima a los agricultores a aumentar la producción. Otro factor que puede explicar el alza es la inseguridad que genera un futuro incierto, como producto de la retirada de las tropas internacionales el próximo año .

«A medida que nos acercamos a 2014, con la retirada de las tropas internacionales, los resultados de la encuesta deberían tomarse como lo que son: un aviso y una llamada urgente a la atención», alertó el director de la UNODC.

El organismo, dependiente de Naciones Unidas, subraya el vínculo entre inseguridad y cultivo de opio. Lo demuestra un dato: el 90 por ciento del cultivo de amapolas en 2013 continuaba restringido a nueve provincias, en el sur y el oeste del país, que incluyen las zonas donde es mayor el control por parte de los insurgentes .

Los esfuerzos de las autoridades afganas por combatir el cultivo de opio se traducen en la muerte de 143 personas este año, en comparación con las 102 bajas de 2012.

Fedotov insiste: «Si no se toma más en serio el problema de las drogas, el virus del opio seguirá reduciendo la resistencia de su huésped, que ya sufre de niveles inmunes peligrosamente bajos a causa de la fragmentación, el conflicto, el clientelismo, la corrupción y la impunidad».