EE.UU. quiere castigar a Assad pero no derrocarlo
La ONU pide cuatro días más para completar las inspecciones entre las víctimas del ataque con gas venenoso. Washington no destruirá la aviación siria para no dar ventaja a Al Qaida
emili j. blasco
Estados Unidos avanzó ayer en sus preparativos de un ataque contra Siria. Mientras el Pentágono ultimó los objetivos contra los que podrían dirigirse los misiles lanzados desde destructores en el Mediterráneo, la Casa Blanca insistió en que la acción que baraja es limitada, solo dirigida ... a castigar a Al Assad y no a «cambiar el régimen». El ataque, al que se podrían sumar otros países occidentales como Reino Unido y Francia, duraría entre uno y tres días.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento a resolver el conflicto por la vía diplomática y pidió tiempo para que puedan terminar su trabajo los inspectores de la ONU que estudian sobre el terreno el supuesto uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio, en el ataque llevado a cabo el pasado 21 de agosto. La Administración Obama dará a conocer esta misma semana una versión pública del informe de inteligencia que maneja, cuya misión es ofrecer pruebas de que hubo un ataque con armas químicas y que fue lanzado por el Gobierno de Damasco. La Casa Blanca está haciendo consultas con diversos congresistas, sin que prevea esperar a que el Congreso regrese de vacaciones para un posible ataque. Ayer mismo se supo que las principales pruebas de que se produjo ese ataque químico en Jobar, en las afueras de Damasco, y que los responsables del mismo fueron las fuerzas de Al Assad, fueron proporcionados a Estados Unidos por el Mossad israelí.
Anoche, y en declaraciones a la televisión pública, Obama afirmó que «aún no ha tomado una decisión» sobre un inminente ataque a Siria, aunque se mostró convencido de que el régimen de Al Assad utilizó armas químicas contra la población civil. «No he tomado una decisión, he recibido opciones por parte de nuestras Fuerzas Armadas, y he tenido extensas discusiones con mi equipo de seguridad nacional», dijo el presidente.
Votan los parlamentos
El hecho de que tanto Reino Unido como Francia hayan convocado a sus parlamentos para requerir la autorización de un ataque ha llevado a diversos congresistas estadounidenses a pedir lo mismo a Obama. Varias voces demócratas piden menos prisa y más «cautela» ante un acción que no prevea el siguiente paso si Damasco vuelve a las andadas.
Por su parte, el senador republicano John McCain, lamentó las «filtraciones» de detalles del posible ataque que están haciendo miembros de la Administración, como sugerir que podría lanzarse este mismo jueves y que consistiría en lanzamiento de misiles durante un par de días. «Si yo fuera Assad, este jueves doy fiesta todo el mundo para que no vayan a trabajar. Esas filtraciones son una locura», exclamó.
El ataque no se lanzará contra los lugares de almacenamiento de las armas químicas, porque ello podría suponer una catástrofe humanitaria y medioambiental o dejaría las instalaciones al alcance de grupos rebeldes, quienes por su parte podrían utilizar el armamento en la guerra civil que asuela Siria. Los objetivos serían unidades militares del Ejército sirio que han llevado a cabo ataques con armas químicas, los cuarteles generales que han coordinado su uso y la artillería que los lanzó.
El periódico «The New York Times» adelanta que la lista provisional de objetivos comprende cerca de cincuenta lugares. Se incluyen emplazamientos de material de artillería y lanzamiento de misiles. Aunque puede afectar a alguna base aérea, el propósito no es inutilizar la capacidad aérea del Gobierno sirio porque ello daría una enorme ventaja a los grupos próximos a Al Qaida que combaten en los alrededores de la capital.
Dos docenas de misiles
El citado diario también avanza que tres o cuatro misiles de crucero Tomahawk podrían ser disparados contra cada uno de los objetivos, desde los cuatro destructores que Estados Unidos tiene destacados en el Mediterráneo (destructores Mahan, Barry, Gravely y Ramage). Cada uno de ellos transporta alrededor de dos docenas de misiles.
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