La comunidad internacional saluda con alivio a IBK, el nuevo presidente de Malí
Bamako espera hacer públicos hoy los resultados oficiales de los comicios, pero Cissé ya felicitó ayer al que considera vencedor al igual que Francia
La comunidad internacional saluda con alivio a IBK, el nuevo presidente de Malí
El proceso de elección de nuevo presidente en Malí se ha desarrollado en calma a pesar de la amenaza terrorista . Ni siquiera hubo que esperar a los resultados oficiales de la segunda vuelta celebrada el domingo, y que seguramente se conozcan hoy miércoles, ... para que Soumaila Cissé reconociera ayer como ganador al ex primer ministro Ibrahim Boubacar Keita, conocido como IBK.
Cissé llegó a ir acompañado de su familia a felicitar en persona al vencedor de los comicios. Todo ello facilitó la rápida llegada de felicitaciones a Bamako, donde se respira cierto aire de optimismo ante la complicada transición qie IBK tiene ante sí. Una de las primeras fue de Francia que, además, anunció la presencia del presidente François Hollande en la toma de posesión del nuevo jefe del Estado. Ha sido una victoria para «la paz y la democracia», dijo Hollande tras llamar por teléfono a IBK y al por el momento presidente interino, Dioncunda Traoré.
París ha sido el principal impulsor de un proceso electoral sobre el que había muchas dudas dado el convulso periodo por el que atraviesa el país africano. No hay que olvidar que el avance de terroristas y yihadistas en dirección a la capital no se frenó hasta que Francia no puso en marcha la operación militar Serval el pasado 11 de enero, liderada por sus tropas pero con ayuda de otros Ejércitos de la región. Por eso los franceses condideran la «victoria» de los malíes como suya propia también.
«No haré nada que debilite Malí o mine la unidad de nuestra nación» , dijo en rueda de prensa Soumaila Cissé, que se mostró dispuesto a liderar una oposición constructiva no exenta de críticas si es necesario.
Complicado reto
IBK tiene ahora ante sí el complicadísimo reto de sacar adelante la transición democrática tras el golpe de Estado de los militares de marzo de 2012, cuando el norte del país estaba en manos de una amalgama de grupos yihadistas y terroristas que trataban de imponer la «sharía» (ley islámica) a sangre y fuego. Tampoco parece que los independentistas tuareg, que abrieron la espita de la violencia en enero de 2012, vayan a ponérselo fácil. Siguen exigiendo más reconocimiento para su especificidad lingüística, territorial e histórica.
Una misión de paz de la ONU, la Minusma , trata de encauzar la paz mientras un retén de un millar de militares franceses, de los 4.000 llegados en enero, se quedarán por el momento por si tienen que volver al campo de batalla.
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