Malí busca un presidente para la paz
El país africano votó ayer en la segunda vuelta de las presidenciales sin incidentes y con el ex primer ministro Ibrahim Boubakar Keita como favorito en los pronósticos
abc
Los maliés votaron ayer bajo la lluvia pero sin incidentes en la segunda vuelta para elegir al presidente que tendrá ante sí la complicada tarea de enfilar la transición que permita cerrar el conflicto abierto en el norte con independentistas tuareg y una amalgama ... de grupos terroristas y yihadistas. Las autoridades no han anunciado todavía resultados, que se estiman en dos o tres días.
Parte como favorito en las quinielas el ex primer ministro Ibrahim Boubakar Keita, al que han expresado su apoyo 22 de los 25 candidatos apeados en la primera vuelta y que él ganó con el 49 por ciento de los sufragios. El conocido como IBK también cuenta con el apoyo de los militares golpistas que derrocaron al presidente Amadou Toumani Touré en marzo del año pasado. El silencio o las críticas con la boca pequeña entonces del ex primer ministro fue interpretado como visto bueno a la asonada.
«Sea cual sea la decisión de las urnas, Mali ya ha ganado », dijo a los reporteros Keita, de 68 años, tras depositar su voto, informa Reuters.
Enfrente, Soumaila Cissé , un tecnócrata del norte del país y ex ministro de Finanzas de 63 años que fue detenido por esos mismos militares y que no ha conseguido que IBK acceda a participar en un cara a cara televisado. «Estoy orgullo de mi país, que ha retomado el camino de la democracia», dijo Cissé tras ejercer su derecho al voto, informa, Efe.
Considerado un pais raramente apegado a la democracia comparado con otros de la región, Mali sufre la época más violenta de su historia desde principios de 2012. Entonces los independentistas tuareg, muchos de cuyos miembros acababan de regresar de Libia tras dar cobertura a Muamar Gadafi , se levantaron en el norte del país de nuevo contra Bamako.
Hallaron un aliado en los yihadistas y terroristas que tienen desde hace años establecido uno de sus santaruio en el esa misma amplia e inhóspita región (las provincias de Tombuctú, Gao y Kidal) que ocupa más de la mitad del territorio nacional.
Cascos azules
Lo que iba muy mal empeoró cuando el capitán Amadou Sanogo quiso poner orden ante la debaque que estaba suponiendo el conflicto para un Ejército desmembrado y a la fuga . Así fue como encabezó el golpe militar que no hizo más que dejar definitivamente el norte de Malí en manos de los yihadistas, que acabaron por desplazar a los tuareg.
Las tornas no empezaron a cambiar hasta que Francia no encabezó una misión internacional en enero de este año que, tras meses meses de combates, ha abierto la puerta a la misión de paz de la ONU (Minusma) en julio. Tanto estos cascos azules como las tropas francesas que permanecen en el país por si fuera necesario que les dieran apoyo supervisaron el proceso electoral.
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