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Una guerra eterna rompe a Siria
El régimen se consolida en la costa mediterránea. Los rebeldes crean su bastión en el noreste. Y los kurdos buscan independencia
Mikel ayestaran
Bashar al Assad ha celebrado recientemente el 68 aniversario de las Fuerzas Armadas sirias con una inusual visita a sus hombres en el frente de guerra. Una muestra de fuerza del presidente sirio, que se desplazó a Daraya , diez kilómetros al ... sur de Damasco, y repitió una escena que año y medio antes protagonizó en el barrio de Bab Amr de Homs, la ciudad más importante del centro del país y el más genuino símbolo de una guerra que parece no tener fin y que ya ha costado la vida a más de 100.000 personas, según la ONU. Homs arde y se apaga , la situación de este lugar célebre antes de la guerra por los chistes sobre sus vecinos, cambia de manos de mes a mes de forma dramática. Las autoridades anuncian el control de la ciudad, calificada de «mártir» por la oposición. Pero, cuando las fuerzas de Damasco creían tener el dominio de la ciudad , de pronto, los combates vuelven a estallar.
A finales de año se podrían alcanzar los 3,5 millones de refugiados en países vecinosEl esquema de Homs se repite en las zonas en disputa de todo el país. Los grupos armados de la oposición entran en un distrito y se hacen fuertes . Empieza entonces la ofensiva del Ejército, que emplea artillería y aviación para reducir la resistencia antes de entrar por tierra. El resultado son barrios enteros reducidos a escombros, zonas a donde los civiles no pueden soñar con regresar a corto plazo porque allí la vida es imposible, uno de los motivos que explican que, a este paso, a finales de año se podrían alcanzar los 3,5 millones de refugiados en países vecinos, según cifras de Naciones Unidas. El Ejército cree tener el control de la zona, pero los rebeldes vuelven a contraatacar de nuevo.
«Son como una serpiente con mil cabezas, cortas una, pero surgen otras y otras sin cesar», es la descripción de la situación en Homs hecha por el parlamentario Sharif Shehade, una de las voces más mediáticas de un régimen cuyo máximo mandatario agradeció la «resistencia y capacidad de seguir adelante» de sus soldados, que le han permitido «avanzar después de dos años de agresión».
La fidelidad que hasta ahora le ha mostrado el Ejército es una de las claves para que Assad haya resistido. La otra es el respaldo sin fisuras mostrado en todo este tiempo por Rusia e Irán , los dos grandes padrinos del régimen que han mostrado un mayor compromiso con su aliado que, al otro lado de la trinchera, los más de cien estados autodenominados los «Amigos de Siria», que no han logrado unificar criterios para financiar y armar a una oposición atomizada .
Los kurdos mantienen su propia agenda tendente a crear su propio país La consecuencia de esta guerra sin fin es la ruptura de hecho del país . El régimen y los rebeldes centran sus esfuerzos en consolidar sus zonas de influencia, mientras los kurdos mantienen su propia agenda tendente también a crear su propio país y a unir lazos con sus hermanos de Turquía e Irak .
« El norte y el este están perdidos para el régimen , así que las autoridades han comprendido sus límites y se centran en defender Damasco, la frontera con Líbano, su última salida segura, y la costa mediterránea» (zona donde vive el grueso de la población alauí, secta derivada del chiismo a la que pertenece el 10 por ciento de los 20 millones de sirios y de la que forma parte el presidente), opina un experto europeo en seguridad que trabajó en Siria durante los primeros meses de la crisis, a comienzos de 2011.
Este reparto se plasma sobre el terreno en ofensivas quirúrgicas contra lugares como Qusair, paso clave en la frontera con Líbano y que desde junio está «liberado» por las fuerzas armadas con ayuda de la milicia libanesa chií de Hizbolá . Otra ofensiva para consolidar territorio es la enésima batalla por Homs . Asimismo, esta semana el Ejército asegura haber recuperado el control de Jalidiya. Al tiempo que las fuerzas del régimen bombardean permanente el anillo de las ciudades que rodean Damasco, donde hay fuerte presencia de grupos armados de la oposición.
Una actividad militar constante en las ciudades y regiones que son como las puertas del territorio en el que se ha atrincherado el régimen. Y que contrasta con las operaciones aisladas en las provincias de Alepo, Idlib y Deir Ezzor , lugares donde la presencia del Gobierno de Damasco se reduce a los núcleos urbanos y donde su mayor amenaza son los ataques aéreos.
Un alto precio
Pese a la pérdida de control en gran parte del territorio, Assad vive un verano mucho más tranquilo que el del pasado año, cuando los opositores armados se infiltraron en Alepo para tomar media ciudad y un atentado en Damasco costó la vida a los principales jerarcas encargados de la seguridad (el cuñado del presidente y número dos oficioso del aparato, comandante Assef Shawkat, el ministro de Defensa, general Abdela Rajha, y el general Hassan Turkmani, ex ministro de Defensa y antiguo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas). En aquellos días parecía que el final estaba cerca. Pero el régimen aguantó y la oposición no fue capaz de aprovechar el factor sorpresa. Hoy , el fin de la guerra parece más lejos que nunca.
Siria podría partirse en regiones autónomas y sin un claro liderazgoSiria está pagando un precio enorme por la guerra: en sangre y en la disolución física del país.Analistas como George Irani, profesor de Ciencias Internacionales de la Universidad Americana de Kuwait, alertan de que el futuro de Siria pasa por una «partición en regiones autónomas; una zona suní en el centro con un liderazgo que no está claro debido a la competencia entre grupos islamistas; la zona alauí bajo control de los Assad y los drusos al sureste, a las faldas del Golán». A lo que habría que añadir la autonomía lograda por los kurdos, menos de dos millones de personas en todo el país, que no están a favor del régimen, pero que tampoco forman parte de una revolución donde los grupos islamistas tienen cada vez más peso.
«La comunidad internacional no ha cumplido su palabra, no llegan las ayudas y por eso no hemos sido capaces de gestionar el vacío de poder en las zonas fuera de control del régimen, un vacío que han llenado grupos extremistas mejor financiados», lamenta Mouayad Chozlan, miembro del opositor Consejo Nacional Sirio en el exilio, grupo más importante de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), para quien, «pese a que los islamistas no implantan el modelo de Siria que buscamos, tenemos un enemigo común y no es momento de pelearnos entre nosotros: hay que estar unidos contra Bashar».
Auge extremista
El auge extremista ha provocado, sin embargo, fuertes tensiones a la hora de repartirse el poder en las zonas fuera del control de Damasco. Un alto mando del Ejército Sirio Libre (ESL), brazo armado de la CNFORS, reveló al diario «Asharq al Awsat» un plan de Al Qaida para proclamar un Estado islámico al norte del país tras el final del mes sagrado del ramadán , que concluye la próxima semana. Según su testimonio «los principales objetivos» de la ofensiva serán « los pasos fronterizos (con Turquía) de Bab el Hawa y Harem, para controlar el suministro de armas y municiones y gestionar el contrabando de petróleo».
Los combates entre el ESL y las fracciones de Al Qaida –Estado Islámico de Irak, Levante, Al Nusra– no son nuevos. Los choques entre estas facciones alcanzaron su punto álgido a comienzo del verano tras el asesinato del comandante Fadi el Qash y su hermano.
No hay ni fecha en el calendario para la cumbre en GinebraEn plena escalada de violencia, Estados Unidos y Rusia abrieron una pequeña puerta a la esperanza con la convocatoria de una cumbre en Ginebra entre régimen y oposición. Primero se especuló con su celebración en junio, después en julio... y en estos momentos ya no hay ni fecha en el calendario. «L a cumbre está semimoribunda . Tenemos intención de negociar, pero con condiciones y esto la otra parte no lo acepta. Es imposible que nos sentemos si antes no se acuerda un repliegue militar y se fija una hoja de ruta concreta con un calendario. No queremos que esto se convierta en una especie de proceso de Oslo sin límites como el de palestinos e israelíes», apunta Chozlan, que insiste que «con la ayuda internacional la situación podría dar un giro radical en el plano político y militar».
Conflicto eterno
El conflicto se eterniza y la solución no llega . Motivo por el que organizaciones como el think-tank International Crisis Group (ICG) piden al menos « señales de seriedad por parte de Rusia y Estados Unidos para rebajar la tensión del conflicto . Moscú debe presionar al régimen para que corte las masacres sectarias contra civiles y el uso de misiles contra poblaciones y Washington debe obligar a la oposición a que combata a los grupos extremistas y sea capaz de respetar un alto el fuego». Pasos que no supondrían el fin, pero que al menos ayudarían a iniciar el camino a una paz ahora imposible.
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