La fiscal del «caso Ruby» contra Berlusconi recibe una carta con balas

Decenas de cartas anónimas con insultos y amenazas de muerte le han llegado en las últimas semanas a Ilda Boccasini , la fiscal del tribunal de milán que juzga a Silvio Berlusconi por el caso Ruby, en el que está acusado de dos delitos: prostitución de menores y abuso de poder. El sobre más preocupante le llegó en las últimas horas: contenía dos proyectiles junto a una carta escrita a mano con amenazas de muerte y con explícita referencia al caso Ruby. El fiscal jefe de Milán, Edmondo Bruti liberati, afirma en un comunicado que «en las últimas semanas se han incrementado las numerosas cartas anónimas con graves amenazas a Ilda Boccassini».

Las amenazas se han intensificado en particular después de la acusación de Boccassini en el proceso por el caso Ruby el pasado 13 de mayo, cuando la fiscal precisó: «Las jóvenes invitadas a la residencia de Silvio Berlusconi formaban parte de un sistema de prostitución organizado para el placer del exprimer ministro».

Bruti Liberati asegura en su comunicado que la Fiscalía «con todos sus magistrados continuará a cumplir con serenidad sus investigaciones con el más riguroso respeto de las reglas y de las garantías judiciales, fiel al principio constitucional de la igualdad de todos frente a la ley».

También ha intervenido la Asociación nacional de magistrados, que habla de «grave y vil episodio de amenazas e intimidaciones». Igualmente, Magistratura Democrática, la corriente de izquierda de los Jueces, expresa su solidaridad a Boccassini, denunciando una «impropia campaña mediática y ahora preocupantes mensajes con gravísimas amenazas a la misma integridad física».

«Delito grave de Berlusconi en Mediaset»

Por otro lado, hoy se han conocido las motivaciones de los jueces sobre la reciente sentencia de apelación del llamado caso Mediaset , que condenó a Berlusconi a 4 años y a 5 de ejercicio de cargos público el pasado día 8 de mayo. Los jueces escriben que «Berlusconi continuaba a gestionar la sociedad incluso cuando era primer ministro». En cambio, Il Cavaliere siempre sostuvo que delegaba y no sabía nada de su grupo. En conclusión, los jueces subrayan que Berlusconi cometió »un delito grave, y no es posible aplicarle las atenuantes».

Berlusconi recurrirá contra esta sentencia al Tribunal Supremo. Si finalmente el alto tribunal confirma también la sentencia, el exprimer ministro será definitivamente condenado a cuatro años de reclusión y cinco de prohibición para ejercer cargos públicos.