Atrocidad en Siria: un rebelde arranca el corazón de un soldado y luego lo muerde

«Os Juro por Dios que nos comeremos vuestros corazones e hígados, los de los soldados del perro de Al Assad», se escucha como grita Sakkar a sus compañeros fuera del radio de la cámara. «Allahu akbar (Dios es grande)», añade después.

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El director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert, ha afirmado que ha visto una copia del vídeo original sin editar en el que se confirma la identidad de Abu Sakkar. También fuentes insurgentes le han identificado y otras imágenes confirman que vestía una chaqueta negra y esos mismos mismos anillos.

«La mutilación de los cuerpos de los enemigos se considera un crimen de guerra, pero el problema más grave es el aumento de la dialéctica sectaria y la violencia», ha proseguido Bouckaert. Asimismo, ha añadido que en la versión sin editar, Sakkar da órdenes a sus hombres para que «masacren a los alauíes (la comunidad religiosa a la que pertenece la familia de Al Assad) y le lleven sus corazones para comérselos», antes de morder el corazón de un soldado muerto.

La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) ha expresado este lunes su rechazo al vídeo publicado en Internet y ha subrayado que «este acto contradice la moral del pueblo sirio y del Ejército Libre Sirio (ELS)».

«Varias agencias de noticias internacionales y portales de Internet han publicado un vídeo en el que una persona que forma parte de las fuerzas rebeldes lleva a cabo un acto horrible e inhumano», ha explicado la coalición a través de un comunicado.

«El ELS ha luchado y continúa luchando por la dignidad de todos los sirios que quieren la libertad. El ELS es nacional por encima de todo y fue creado para defender a los civiles y alejar a la gente de la venganza y el crimen", ha agregado. Por ello, ha expresado su «rechazo total» a «los malos tratos a los heridos y la desfiguración de los muertos».

«La CNFORS reitera su condena a estos actos y subraya que se trata de un crimen, independientemente de quién sea el responsable», han concluido.