ASIA
Benjamin Netanyahu continúa con su viaje a China y coincide allí con Mahmud Abás
El gigante asiático ofrece «la asistencia necesaria»
iara m. búa
El gigante asiático continúa conquistando el terreno de las relaciones internacionales. Y el de las influencias. Ayer, Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, aterrizó en Pekín y hoy lo hace el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El objetivo de la potencia asiática: ... ofrecerse como mediador del conflicto entre Israel y Palestina. Y desempeñar un papel cada vez más importante en los asuntos de Oriente Medio.
La gran incógnita gira en torno hacia si los dos líderes se reunirán cara a cara. Abás estará en la capital hasta el día siete, un día después de que aterrice el primer ministro israelí, quien extenderá la visita hasta el día diez; también estará en Shangái. Netanyahu no ha pospuesto su visita pese a las tensiones que Tel Aviv está teniendo con Damasco, por el presunto bombardeo de unas instalación militar en Siria.
«Si los líderes, palestino e israelí, tienen el deseo de reunirse en Pekín, China está dispuesta a ofrecer la asistencia necesaria», dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa el pasado viernes. Lior Haiat, el portavoz de la Embajada de Israel en España, ha afirmado a ABC.es que «es una tontería que los líderes viajen doce horas en avión para reunirse en un país extranjero cuando sus despachos, situados en Jerusalén y Ramala, están a diez minutos».
La doble visita se enmarca dentro de los esfuerzos de Pekín por «promover la paz y la estabilidad en esa zona», destacó Hua. Recientemente, el enviado especial chino para Oriente Medio, Wu Sike, ha viajado a Cisjordania e Israel y declaró en Ramala (Cisjordania) que «China apoya la creación de un estado palestino con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como su capital».
En este sentido, Lior Haiat ha dicho que «los chinos tienen formas diferentes de ver la política en Oriente Medio», y que «Israel y China tienen algunos aspectos en los que no están de acuerdo». Es la primera vez que Benjamin Netanyahu viaja a China, ya que la última ocasión en la que un líder israelí acudió al gigante asiático fue en el 2007, con la visita de ex primer ministro Ehud Olmert.
Poder blando
La intencionada mediación de China surge a continuación del reciente viaje del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, a la zona el pasado mes, que visitó días antes de un tour asiático que también le llevó a Pekín.
A finales de marzo, fue Barack Obama quien pisó por primera vez Cisjordania, donde pidió a ambas partes que «dejen de lado las exigencias previas al diálogo».
El paso de Abás y Netanyahu por la potencia asiática se considera una prueba de fuego para la pretendida diplomacia de «poder blando» que el nuevo Gobierno chino defiende, así como un termómetro acerca del baile de influencias de Pekín y Washington en la conflictiva región. Por otro lado, China es uno de los principales compradores de petróleo de Irán, un país que está en constante tensión con Israel por su rearme nuclear.
Lior Haiat ha dicho que «China no apoya a Irán pero le sigue comprando petróleo» y ha recalcado que es otro aspecto más en el que Pekín y Tel Aviv «no están de acuerdo».
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